La presión por un mayor control ético se acrecentó sobre el Parlamento Europeo después de la detención el viernes en Bruselas de una de sus vicepresidentas y de otras cuatro personas por sospechas de corrupción vinculadas a Catar.
"No se trata de un incidente aislado", afirmó la ONG Transparencia Internacional.
"Desde hace varias décadas, el Parlamento ha dejado que se desarrolle una cultura de la impunidad (...) y una ausencia total de control ético independiente", agregó.
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El control en la institución es defectuoso, abundó Alberto Alemanno, profesor de Derecho en el Collège d'Europe en la ciudad belga de Brujas.
Cinco personas fueron detenidas en el marco de una investigación sobre presuntos pagos de sumas sustanciales por parte de un país del Golfo para influir en las decisiones de los eurodiputados.
La fiscalía belga evitó identificar al país, aunque una fuente próxima del caso confirmó a la AFP que se trata de Catar.
El caso alcanzó una nueva magnitud cuando se supo la identidad de la quinta persona detenida: la eurodiputada griega Eva Kaili, de 44 años, que ocupa una de las vicepresidencias de la cámara.
La legisladora es pareja de otro de los sospechosos del caso arrestados unas horas antes.
La fiscalía informó de las detenciones después de encontrar 600 mil euros en efectivo en 16 redadas en Bruselas.
Kaili fue inmediatamente apartada del Partido Socialista griego (Pasok-Kinal) y el grupo Socialistas y Demócratas (S&D) de la asamblea europea anunció su suspensión con efecto inmediato.
MQ