CIUDAD DE MÉXICO. — Las víctimas de abusos sexuales cometidos por los Legionarios de Cristo creen que el informe sobre pederastia divulgado este fin de semana por la congregación está incompleto: no incluye a todas las víctimas ni denuncia a los encubridores que permitieron que los abusos se repitieran. Al menos parte de la iglesia mexicana coincide con ellas.
“Es un informe pequeño. No tenemos ni idea de los fundamentos. No sabemos de dónde sacan las cifras ni cómo hacen la investigación. Está matizado y atenuado porque sólo las víctimas de Marcial Maciel (el fundador de los Legionarios) ¡fueron más de 120! y no dan nombres de encubridores ni cómplices”, denunció el lunes Ana Lucía Salazar, una presentadora de televisión de 36 años que fue abusada por un legionario cuando ella tenía ocho y estaba en una escuela de Cancún.
“Nada más han intentado lavar la cara (de la orden)”, agregó Salazar. “Y no está funcionando. La gente no lo ha visto bien y las víctimas estamos molestas porque cada una que no cuentan la revictimizan, como si volvieran a delinquir”.
Una investigación interna de los Legionarios de Cristo divulgada el sábado identificó a 33 sacerdotes y 71 seminaristas que abusaron sexualmente de menores de edad en las últimas ocho décadas. El documento cifra en 175 las víctimas de los sacerdotes, 60 de ellas de Maciel, pero no da números de los abusados por los seminaristas, aunque sí muestra que hubo una cadena de abuso multigeneracional --víctimas que se convirtieron en victimarios-- que confirma la influencia tóxica de Maciel en toda la orden.
Aunque el informe no da nombres, el abusador de Salazar, el padre Fernando Martínez, es uno de ellos. Los Legionarios lo reconocieron en noviembre.
Otras víctimas, como el exsacerdote y académico Alberto Athie, uno de los primeros denunciantes de Maciel, insistió también en la necesidad de llegar hasta los encubridores.
A las críticas al documento en el país donde se fundó la Legión de Cristo y en el que se han denunciado más abusos se sumaron las de la propia Iglesia Católica.
“Este informe llega tarde, llega incompleto y queda bajo sospecha que no es total lo que ahí se dice”, indicó Rogelio Cabrera, presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana en su mensaje dominical a la prensa.
A su juicio, “hubo una cobertura criminal muy grande”, un “silencio delictivo” de autoridades en el Vaticano, de gobernantes y de miembros de la Legión de Cristo que no informaron de los abusos o a quienes no les permitieron informar de ellos.
El liderazgo de los Legionarios habrá de considerar el informe en una reunión general el próximo mes de enero, pero víctimas como Salazar insistieron en que sólo cuando se llame a las cosas por su nombre, se castigue a todos los culpables y se limpie la orden de los pederastas que siguen, se podrá hablar de reconciliación.
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