Un hombre de Nueva York tomó la decisión de poner una cámara de seguridad escondida para descubrir quién era la persona que se orinaba y defecaba en la tumba de su madre, en un cementerio en la Iglesia Reformada Tappan, en Orangetown.
Linda Louise Torello, es una mujer que murió de cáncer a los 66 años, en 2017, y de acuerdo a su hijo, Michael Murphy, en cada visita a su tumba se encuentra con orina y heces.
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Por lo anterior, la familia Torello, con indignación, optaron por utilizar una cámara de seguridad oculta para descubrir al responsable de estas acciones que señalan ser repudiables.
Después de revisar los videos grabados, Michael compartió un video en donde aparece un hombre saliendo de su vehículo, caminando hacia la tumba y orinando sobre ella, y que aparentemente es un acto rutinario. “Esto me rompe el corazón”, escribió Murphy en Facebook.
Michael informó consternado que un hombre del condado de Bergen, Nueva Jersey, acompañado de su esposa, había estado dejando bolsas de excremento y orina en la tumba de su madre casi todas las mañanas.
La familia consiguió identificar al hombre como el ex esposo de Linda Louise, con quien estuvo casada durante una breve temporada pero se divorció en 1974.
Además, Michael añadió que cuentan con semanas y meses de evidencia, así como alertaron a la policía y a los medios de comunicación, “nadie en mi familia tuvo contacto con él desde 1976 más o menos”.
Aparentemente, el sujeto implicado todavía guarda rencor después de casi 48 años después de su separación legal y cinco años después de la muerte de Linda.
Se presume que la ruptura del primer matrimonio de Linda sucedió porque quedó embarazada y el hombre no quiso hacerse cargo del niño. Sin embargo, Michael dijo que no está seguro de cómo es que encontró la tumba de su madre, pero sí aseguró que esta situación se remonta a un problema de casi 50 años.
Hasta el momento, la familia Torello está a la espera de llevar la denuncia ante un juez debido a que la ley de Nueva York establece que la profanación de cementerios es un delito sólo si los daños superan los 250 dólares.
AA