La primera prueba de fuego para el América llegó este sábado en la cancha del Estadio Azteca, ante los Rayados del Monterrey, un examen que terminó por aprobar pero sembrando algunas dudas.
Las Águilas comenzaron con una alineación que sorprendió sobre todo en el aparato defensivo, con Emilio Lara y Cristian Calderón por las laterales, y con André Jardine apostando por Ilian Hernández en el eje del ataque ante la ausencia de Henry Martín por lesión, además del capitán, Jonathan Rodríguez y Kevin Álvarez no entraron en la convocatoria por cuestiones físicas.
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Ante una entrada que fue de regular a buena, el Estadio Azteca recibió con un sonoro abucheo al equipo regiomontano pero en especial al técnico Fernando Ortíz por su pasado azulcrema, y la polémica forma en que terminó saliendo del club.
Las acciones del encuentro se encendieron a los 9 minutos cuando América estuvo cerca de marcar por conducto del chileno Diego Valdés, que dentro del área y a la altura del punto penal se vio solo para definir tras un pase filtrado de Alejandro Zendejas, sin embargo, el 10 azulcrema envió su disparo por encima del arco de Esteban Andrada.
A los 23 minutos Valdés se sacó la espina para poner en ventaja a los de casa, tras un centro elevado por la banda derecha que levantó el canterano Emilio Lara, el central rayado, Víctor Guzmán, se perdió en la marca dejando a Diego Valdés solo en el punto penal para rematar a plenitud de cabeza y marcar el uno por cero que los adelantó en el marcador.
Los azulcremas estuvieron cerca de aumentar la ventaja gracias Julián Quiñones que aunque marcó el segundo gol, sin embargo estaba en posición adelantada. América era mejor que Monterrey y en la cancha y en el marcador se reflejaba.
Monterrey apretó para la recta final del primer tiempo, haciéndose con la pelota e insinuándose en el ataque aunque con poca claridad, sin embargo, el premio a su constancia llegó, cuando a los 40 minutos Sergio Canales se abrió un espacio dentro del área ante la marca de Cáceres y Lichnovsky y remató a portería para empatar el marcador, y de paso acabar con la racha de vallas invictas de Luis Ángel Malagón que llegaba al partido sin gol en contra en el torneo y 499 minutos sin encajar, por lo que la marca se vio cortada en 539 minutos.
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Para el segundo tiempo pocas emociones en los arcos, el Tano hizo los primeros cambios ingresando a Jesús Gallardo y a Jordi Cortizo, mientras que André Jardine realizó su primera modificación a los 59 minutos sacando a Ilian Hernández y metiendo a Brian Rodríguez por izquierda y dejando en punta a Julián Quiñones.
Apenas pasaron un par de minutos y Brian Rodríguez tocó la puerta albiceleste con un flojo disparo que Andrada mandó a tiro de esquina tras una buena pared con Diego Valdés que levantó a la afición de sus asientos.
El partido entró en un entorno duro sin un claro dominante y muy peleado en el mediocampo, en donde las acciones en las porterías comenzaron a escasear.
Jardine tuvo que modificar en la zaga tras la lesión de Igor Lichnovsky ingresando Ramón Juárez en su lugar, ademas de Israel Reyes por Emilio Lara, Salvador Reyes por Alejandro Zendejas y finalmente Santiago Naveda por Diego Valdés.
La más clara para llevarse el juego, la tuvo Monterrey, en un tiro de esquina Rodrigo Aguirre le ganó a la defensa azulcrema y remató de cabeza, pero el balón pegó en el travesaño del marco de Luis Ángel Malagón.
Ya en la banca, Héctor Moreno salió expulsado en el tiempo agregado tras reclamar al árbitro.
Tras 4 minutos agregados, César Ramos Palazuelos finalizó el encuentro determinando el salomónico empate a un gol quedando a deber en cuanto emociones y dejando ir la posibilidad de afianzarse en la parte alta de la tabla como líderes únicos, manteniéndose junto a Tigres en un triple empate en la cima de la tabla general con 11 puntos cada uno.
América y Monterrey ahora deberán pensar en los partidos que tendrán a media semana de la Liga de Campeones de CONCACAF ante Real Estelí de Nicaragua y Comunicaciones Guatemala respectivamente.
MP