Santos Laguna no aprende de sus propios errores ni logra encontrar la llave para generar a la ofensiva, se muestra como un equipo poco competitivo y lleno de fallas que lo conducen al fondo de la tabla. Esta vez fue víctima del Atlas con un 1-0 que le salió barato en el Estadio Jalisco.
Lo que ofreció el cuadro de Ignacio Ambriz en este encuentro de la fecha 3, dejó mucho qué desear, del esfuerzo no hay duda, pero de la efectividad se carece, porque su futbol no refleja una larga pretemporada.
El partido
Atlas tomó el control de la pelota en el comienzo del encuentro, generó un par de llegadas de peligro a través del sampetrino Eduardo Aguirre, quien exigió a su excompañero Carlos Acevedo, pero el guardameta salvó su meta para mantener el arco santista intacto en momentos de presión ejercida por el local.
Santos estuvo ausente toda la primera mitad, no se mostró como un equipo que haya tenido una larga pretemporada, muy flojo, muchos de sus jugadores imprecisos, carentes de argumentos y rebotando la pelota.
Los rojinegros, sin hacer mucho tenían el partido controlado, con un disparo al arco en diez intentos, no lograban capitalizar esa tenencia de la pelota y las constantes fallas del contrario, así que aguardaron a que la segunda mitad se mantuvieran las condiciones y entonces apretar un poco más con llegadas por las bandas y alternativamente por el centro.
Ante lo poco que mostró en la primera mitad, perdonado por las fallas del Mudo Aguirre, necesitaba reacomodarse y que jugadores como Jordan Carrillo asumieran la responsabilidad de desequilibrar, de comprometerse más.
Segundo tiempo
La escuadra lagunera arrancó bien el complemento, presionó y eso mejoró el ritmo del partido. Aunque Atlas de a poco equilibró y puso a trabajar a Acevedo. Las equivocaciones volvieron y de nuevo volvió a sufrir la zona baja lagunera.
Era cuestión de tiempo para que cayera el primero del Atlas, que presionó con la complacencia del rival para tocar la puerta y tras un centro de Reyes desde la izquierda, un mal cabezazo de Murillo y un rebote, quien capitalizó fue Jeremy Márquez empujando al fondo de la red para poner el 1-0 al minuto 64.
Hecho el daño Ambriz modificó, cambió su ataque, debutó al Choco Lozano, pero nada cambió, porque siguió con dificultades para generar, no hay acompañamiento y se entregan balones al rival muy fácilmente, cortando avances que prometen, pero quedan truncados por la falta de visión.
Atlas tuvo para ampliar el marcador, pudo terminarlo antes y más cuando Santos se quedó con uno menos al 84’ cuando Ismael Govea se lesionó y su equipo ya no podía reemplazarlo, pues había agotado sus cambios.
Lo mejor que pudo sucederle al equipo de la Comarca fue que el árbitro terminara el encuentro, porque un poco más y los Rojinegros hacen el segundo.
Santos ahora debe trabajar al doble si no quiere llevarse otro desagrado el próximo sábado, cuando tenga la visita de los Tigres.