La noche del 14 de diciembre de 2025 se pintó de rojo en el Estadio Nemesio Diez, el célebre 'Infierno' de Toluca, que fungía como el escenario culminante para la Final de Vuelta del Apertura 2025 de la Liga MX.
Los Diablos Rojos de Toluca se enfrentaban a los Tigres de la UANL en un duelo por la gloria, con el equipo de San Nicolás de los Garza llegando con una apretada ventaja global de 1-0 desde la ida.
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La tensión era palpable, y ese ambiente electrizante pronto se vio reflejado en la cancha.
Tigres había ampliado su delantera temprano gracias a un tiro libre cobrado por André-Pierre Gignac que fue desviado por Fernando Gorriarán al minuto 14, elevando el marcador global a 2-0 y poniendo una losa pesada sobre las aspiraciones del bicampeonato de los locales.
Sin embargo, la reacción choricera llegó con un golazo de Helinho, empatando la vuelta 1-1 y manteniendo la final en un hilo.
Fue justo antes de que el árbitro central, César Arturo Ramos, pitara el descanso de los primeros 45 minutos que el temperamento de Gignac explotó.
El delantero francés fue víctima de una dura barrida de Marcel Ruiz, mediocampista del Toluca, jugada que no fue señalada como falta.
Enojado por la omisión arbitral y visiblemente afectado tras permanecer unos instantes en el pasto, el histórico atacante se levantó con el rostro desencajado y se dirigió directamente al oficial más cercano: el cuarto árbitro, Luis Enrique Santander.
El "Bómboro" no contuvo sus quejas; de hecho, se olvidó momentáneamente del partido para enfrascarse en un airado reclamo cara a cara con Santander.
Gignac increpó al juez sin medir el lenguaje, dirigiéndole reclamos e insultos tanto en español como en francés. A pesar de la vehemencia del reclamo, el árbitro central decidió mandar a los equipos al vestidor sin amonestar a nadie.
La frustración de Gignac era tan intensa que, incluso después de ser sustituido al minuto 57 por Nicolás Ibáñez, volvió a encarar a Santander en el trayecto hacia la banca.
La animosidad de Gignac hacia Luis Enrique Santander no era un incidente aislado, sino la reaparición de una herida profunda y no resuelta en el corazón de la afición felina.
La presencia de Santander en partidos clave de Tigres siempre evoca la amarga Final del Clausura 2017 contra Chivas.
¿Qué hizo Luis Enrique Santander en la Final del Clausura 2017?
En aquella Final, disputada en Guadalajara, Chivas había logrado una ventaja de 2-1 en los minutos finales para un global de 4-3. Sin embargo, el partido se vio manchado por una polémica jugada.
Ya en tiempo de compensación, el defensor rojiblanco derribó en el área a Ismael Sosa, una acción que muchos consideraron una falta clara.
Santander, quien fungía como árbitro central en esa final sin apoyo del VAR, decidió no marcar la pena máxima, lo que aseguró el campeonato para el Rebaño.
El error fue tan flagrante que, un año después, el propio Santander reconoció su equivocación públicamente.
El silbante aceptó que "sí era penal a favor de Tigres" y admitió que la historia de la final de 2017 habría sido diferente de haber contado con la asistencia de videoarbitraje.
Este antecedente histórico explica el temple encendido con el que Gignac encaró a Santander ocho años más tarde en el Nemesio Diez, demostrando que para Tigres, ciertas deudas arbitrales parecen trascender el tiempo y los torneos.
DR