México, 9 Mar (Notimex).- La población en general, pero especialmente personas con factores de riesgo por el uso de drogas inyectadas o con perforaciones en el cuerpo, entre otras, deben realizarse la prueba de detección de hepatitis C, con el fin de prevenir la cirrosis hepática.
En el país se registran 19 mil casos de hepatitis C al año, de los cuales, al menos 1.4 millones de mexicanos viven con dicho padecimiento denominado “enfermedad silenciosa”, por lo que el se estima que 50 por ciento desconoce que la padece.
Ante este panorama, Mauricio Castillo Barradas, integrante del Consejo Mexicano de Gastroenterología (CMG) reiteró la importancia de diagnosticar de manera oportuna esta enfermedad crónica que ya tiene cura disponible en México.
“Es fundamental que la prueba para detectar la hepatitis C se considere para toda la población, con especial atención en personas que tengan factores de riesgo”, añadió el especialista.
Dijo que, de acuerdo con la Fundación Mexicana para la Salud Hepática (Fundhepa), las personas que se han realizado transfusión de sangre, tatuajes, hemodiálisis, hemofilia, operaciones y estar dudoso de haber tenido alguna transfusión, deben acudir a consulta a realizarse una prueba.
El médico hepatólogo recalcó que esta afección puede afectar otros órganos y al menos 74 por ciento de los pacientes presentan manifestaciones extra-hepáticas, lo que aumenta la carga de enfermedad, como insuficiencia renal, padecimientos cardiovasculares e incluso depresión.
Al recibir el diagnóstico, acotó, deben buscar apoyo familiar y solicitar información sobre la cura del mal, porque el virus de la hepatitis C (VHC) afecta la calidad de vida de las personas que lo padecen, lo que incluye autoestima, relaciones, productividad e incluso salud mental.
No obstante, aclaró que con los tratamientos disponibles en México, puede curarse dentro de un lapso de dos, tres o seis meses en función del genotipo y grado de afectación del hígado, pues son tratamientos antivirales de acción directa que tienen una tasa de curación de hasta el 100 por ciento dependiendo de la clase.
“El panorama del abordaje terapéutico de la hepatitis C crónica se ha transformado significativamente; sin embargo, los retos del tratamiento persisten para lograr el diagnóstico oportuno en los pacientes”, abundó.
Castillo Barradas hizo un llamado al público en general a realizarse la prueba de hepatitis C, toda vez que, en el mundo, 180 millones de personas son portadoras del virus.
“Las nuevas terapias representan un cambio en la historia natural de esta enfermedad con una alta probabilidad de cura y una nueva oportunidad de vida para los pacientes”, puntualizó.