Mientras que en la Ciudad de México destinan entre 3 y 7 por ciento del presupuesto del sector Salud, en Jalisco ni siquiera se llega al uno por ciento.
Son los niños y adolescentes los más olvidados, porque no se tiene una clínica para ser atendidos.
‘Nos preocupa esto, porque a veces es indiferencia, a veces los tomadores de decisiones enfatizan más en las causa de muerte, no tomando en cuenta, que el ámbito de la salud mental los niños y los adolescentes están teniendo estresores que los están llevando a la muerte, al deterioro, a una falta de integración en su desarrollo de la personalidad’, señaló Francisco Gutiérrez Rodríguez, experto en Salud Mental de la UDG.
Los principales trastornos de salud mental son la ansiedad y depresión que muchas veces terminan en suicidio.
Tan solo el año pasado, 26 menores se quitaron la vida, casi el 50 por ciento tenían menos de 12 años.
‘Tenemos adicciones en adolescentes, las muertes por violencia van bajando los umbrales de edad. Se habla de una generación frágil, de cristal, debido a que muchas veces no tienen tolerancia a la frustración, o no saben manejar adecuadamente las emociones’, puntualizó.
Los factores de riesgo que influyen para que los problemas psicológicos aumenten son la desintegración familiar, el alcoholismo, las adicciones y la falta de oportunidades.
De acuerdo con la OMS, 7 de cada 10 podrían presentar un problema de salud mental. Jalisco requiere infraestructura, pero mucha está a medio construir.
No basta la línea telefónica, es importante manejar unidades móviles de intervención en crisis como se contaban hasta el 2001, y que se pueda acudir a los lugares
Francisco Gutiérrez se pronunció para que en la entidad se trabaje en un modelo unificado de prevención. Además, urge construir un espacio para atender a niños y adolescentes.