Ciudad de México. De acuerdo al Sistema Nacional para el Desarrollo de la Familia (DIF), en México uno de cada 20 niños y adolescentes presentará un episodio depresivo antes de los 19 años de edad.
La depresión es una enfermedad psiquiátrica que se define como una situación afectiva de tristeza profunda acompañada de sentimientos de desesperación y desaliento.
Existen varios tipos de trastornos de humor que los afectan como la depresión mayor, estado depresivo ligero, pero de larga duración y enfermedad maniaco-depresiva.
Según la dependencia, la frecuencia del padecimiento es igual en hombres y mujeres antes de la pubertad; sin embargo, es durante este periodo que el riesgo de depresión incrementa en la población femenina.
Pese a que la causa aun se desconoce, se sabe que tiene un origen biológico, en el que los genes y la influencia de experiencias que se tienen a lo largo de la vida pueden predisponer a padecer esta enfermedad.
Finalmente, añadió que el aislamiento, malos tratos, abandono; así como una pérdida significativa en la familia, problemas serios de atención, aprendizaje o ansiedad incrementan el riesgo de sufrir este padecimiento, al igual que el abuso de sustancias con frecuencia acompaña o precede a la enfermedad.
Ciudad de México. De acuerdo al Sistema Nacional para el Desarrollo de la Familia (DIF), en México uno de cada 20 niños y adolescentes presentará un episodio depresivo antes de los 19 años de edad.
La depresión es una enfermedad psiquiátrica que se define como una situación afectiva de tristeza profunda acompañada de sentimientos de desesperación y desaliento.
Existen varios tipos de trastornos de humor que los afectan como la depresión mayor, estado depresivo ligero, pero de larga duración y enfermedad maniaco-depresiva.
Según la dependencia, la frecuencia del padecimiento es igual en hombres y mujeres antes de la pubertad; sin embargo, es durante este periodo que el riesgo de depresión incrementa en la población femenina.
Pese a que la causa aun se desconoce, se sabe que tiene un origen biológico, en el que los genes y la influencia de experiencias que se tienen a lo largo de la vida pueden predisponer a padecer esta enfermedad.
Finalmente, añadió que el aislamiento, malos tratos, abandono; así como una pérdida significativa en la familia, problemas serios de atención, aprendizaje o ansiedad incrementan el riesgo de sufrir este padecimiento, al igual que el abuso de sustancias con frecuencia acompaña o precede a la enfermedad.