CIUDAD DE MÉXICO.- "Ni el 68, ni el 85, ni la influenza nos movieron; esto no nos quitará el pan de la boca”, aseguran comerciantes en Tepito, el lugar más grande para la venta informal en la CDMX, donde los micro y pequeños empresarios y emprendedores, se resisten a dejar de trabajar, ante la contingencia del COVID-19.
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Cerca de 40 mil comerciantes del popularmente llamado "barrio bravo", aseguran ser "capaces de resistir más que cualquier enfermedad", incluyendo la pandemia de coronavirus COVID-19, que ha dejado miles de muertos en todo el mundo.
Dada la cuarentena que se decretó por las autoridades sanitarias en México, los comerciantes han tenido que enfrentarse a la disminución de la venta, que "ha bajado hasta 80% por ciento, afectando a casi 150 mil comerciantes afectados en la zona", explica Jesús Naches, coordinador cultural de Amoxcali Tepito.
“Hemos apasado muchas crisis. El 68, en el 85, la influenza, todo lo hemos superado. En todo ello nunca dejamos de trabajar, lo hacíamos de manera escalonada y eso es lo que estamos pidiendo, no podemos dejar de trabajar por completo”, explica Naches.
Don Polo, como conocen en el barrio a otro de los comerciantes de Tepito, narra que ha tenido que cerrar sus negocios desde el martes pasado. “Nadie sale a trabajar por la amenaza que nos hicieron, que si abrimos, nos quitan el lugar”, contó.
Sin embargo, gran parte de la mercancía que se vende en Tepito, es importada de China, donde se originó el COVID-19, que recientemente dio a conocer, comienza a recuperarse del brote de coronavirus, luego de suspender todas sus actividades comerciales desde enero.
“Con los chinos ya se cerró todo, ahora vamos a Canal del Norte donde la mayoría nos mantenemos con la mercancía que teníamos”, dice Gloria de 60 años, quien a su edad y a pesar de estar dentro de los grupos vulnerables al COVID-19, sigue trabajando.
“Si nos dicen ‘laven el puesto tres veces’ al día lo lavamos; si hay que limpiar calles, de aquí o de cualquier otro lugar, lo hacemos con tal de que nos dejen trabajar”, asegura Lina, otra comerciante del barrio bravo de Tepito.
IH luna