El 14 de marzo se cumple un año de que se registraron los dos primeros casos de coronavirus en Jalisco. Más de 226 mil contagios y casi 11 mil defunciones después, la pandemia le ha dejado importantes lecciones y aprendizajes al sistema de salud estatal.
En entrevista exclusiva con TELEDIARIO GUADALAJARA, el secretario de Salud Jalisco, Fernando Petersen Aranguren, compartió que una de las enseñanzas más valiosas es la necesidad de mejorar la infraestructura hospitalaria, en especial en los nosocomios comunitarios-regionales. “Necesitamos que tengan más capacidad para atender pacientes, sobre todo con patologías que pudieran ser graves. Realmente los hospitales comunitarios-regionales no cuentan con terapias intensivas”, indicó.
Petersen Arangueren habló sobre la importancia de hacer más y mejor salud pública para fomentar la cultura de la prevención en crisis sanitarias. “Esta enfermedad se controla cuando hay un control de la tasa de transmisión y creo que esta es una de las grandes lecciones. Necesitamos tener médicos de salud pública que estén buscando los casos, que estén viendo en las comunidades cómo hacer mejor prevención”.
Admitió que el peor momento a lo largo de este primer año de convivir con el covid-19 fue en enero, cuando se registraron cifras récord de hasta dos mil contagios detectados en un solo día. Aseguró haber sentido mucha ansiedad y angustia.
“La necesidad de camas en el sector tanto público como privado nos hacía que nos movilizaramos de forma muy rápida, a veces no todo lo eficiente que nos hubiera gustado ser pero sí rápida para poder atender y dejar que todas las personas que solicitaban una cama”.
Aunque los trabajadores de la salud de los distintos nosocomios que atendían casos de SARS-CoV-2 denunciaron para este medio en reiteradas ocasiones que existía saturación hospitalaria en las áreas de urgencias y cuidados intensivos, el porcentaje más alto que reportó el Gobierno del Estado fue de 80%. El secretario insistió en que no existió saturación en estas áreas ni siquiera en el momento más crítico, aunque admitió que más infraestructura pudo haber marcado una diferencia.
La llegada de la vacuna al país y al estado significó un soplo de esperanza, pero también ha evidenciado el intento de la Federación por centralizar los servicios de salud, lo que ha derivado en fallas de organización y coordinación entre autoridades estatales y federales durante la brigada de vacunación en Jalisco.
“No hemos tenido una claridad en el sentido de cómo van a ser las cosas. El primer punto que salió decía cuál iba a ser la manera de ir viendo y llegar las vacunas a los estados. La verdad es que ese cronograma no ha sido respetado. Si ese cronograma hubiera sido respetado el país ya hubiera recibido varios millones de vacunas”, sostuvo.
La pandemia está lejos de culminar y los retos para el sistema de salud estatal aún son grandes ya que no se ha logrado la vacunación para todo el personal de salud, debido al actual esquema de inmunización, y según las proyecciones de Petersen Aranguren, con el atraso que ha registrado el plan nacional, la población terminará de ser inoculada hasta mediados de 2022.
CGE