MÉXICO.- El gobierno de México abrió al Buró Federal de Inteligencia (FBI) de Estados Unidos las investigaciones de la masacre perpetrada el pasado lunes contra integrantes de la familia LeBarón en Bavispe, Sonora.
El presidente Andrés Manuel López Obrador argumentó que “así como nos permitieron darle seguimiento a la investigación en el caso de mexicanos en El Paso, Texas, no tenemos limitación alguna para que se les pueda informar cómo va la investigación y si ellos quieren participar, lo podrían hacer”.
En la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional, el canciller Marcelo Ebrard precisó que, como parte de los tratados de asistencia jurídica mutua, el FBI tendrá acceso a la indagatoria del ataque, pero, aclaró, la Fiscalía General de la República determinará si pide su colaboración en la misma, más allá de la responsabilidad de rastrear el origen de las armas. Ahí mismo, integrantes del gabinete de Seguridad dieron a conocer que las armas con que fueron atacados los LeBarón y que le quitaron a la vida a tres mujeres y seis niños son M-16 y R15, de fabricación estadunidense.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, explicó que, con base en las primeras pesquisas, se recolectaron más de 200 casquillos calibre .223 en la zona del ataque, de fabricación Remington y de procedencia estadunidense. Mientras que el jefe del Estado Mayor de la Sedena, Homero Mendoza, detalló que este tipo de calibre corresponde a las armas M16 y R-15, en sus dos versiones, tanto A1 como A2.
En la conferencia, en la que se abordó la estrategia y avance en la investigación del caso LeBarón, López Obrador insistió en que aunque se trata de un caso que “es muy difícil y duele mucho, más porque pierden la vida niños, lo que es terrible”, su gobierno no regresará a la estrategia de guerra contra los cárteles, como lo propuso el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Resaltó sin embargo que el mandatario estadunidense ofreció apoyo para enfrentar la delincuencia organizada y que lo hizo sin afán injerencista, sino de ayuda, a lo que le respondió que “ya estamos atendiendo este asunto y que se haga justicia”.
Ante ello, el canciller Marcelo Ebrard dejó en claro que “la FGR tendrá que determinar, de acuerdo con el tratado de cooperación México-Estados Unidos sobre asistencia jurídica mutua, que es vigente, si requiere otro tipo de apoyos, por ejemplo, del FBI porque una de las cosas que se investigan son las armas que participaron en estos hechos y, como ya se dijo, es muy probable que encontremos armas que son de fabricación, en alguna proporción de Estados Unidos. Hizo énfasis en que EU tiene derecho a dar seguimiento a la investigación como ellos han ofrecido apertura al gobierno mexicano en otras ocasiones, por lo que “no habría motivo alguno para que nosotros tomáramos otra actitud”. Sostuvo que "hay una excelente relación entre el presidente de México y el de Estados Unidos y hay coordinación eficaz y no reparto de culpas mutuas, que es muy importante”.
El secretario Durazo resaltó en su oportunidad el compromiso establecido entre México y Estados Unidos para generar una mesa binacional para rastrear el origen del armamento de los cárteles mexicanos, luego de que en el ataque en Culiacán se demostró que las armas con que cuenta el Cártel de Sinaloa también son de origen estadounidense.
Dijo que continúan los trabajos de al menos 15 dependencias del gobierno federal con las contrapartes norteamericanas “para empezar a operar de inmediato el programa de sellado de la frontera para controlar el tráfico de armamento de aquel país al nuestro, porque eso es lo que ha incrementado la capacidad de fuego de los grupos criminales”.
Adelantó que la fiscalía de Sonora ya abrió una carpeta de investigación y contará con todo el apoyo del gobierno federal, este respaldo estará a cargo de la división de inteligencia de la Guardia Nacional y el Centro de Inteligencia.
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