Los sueños de Paola Ontiveros Romero, una estudiante de preparatoria se vieron truncados, el acoso escolar y un entono de violencia generado por algunos maestros y alumnos de su escuela fueron los motivos suficientes para que ella tomara la decisión de no volver a las aulas del plantel Conalep León II.
Pero el acoso no sólo se ha quedado en la escuela, en redes sociales hay una serie de publicaciones donde es criticada la persona de la joven e incluso insinuaciones por parte de un grupo de usuarios de internet.
En entrevista con Milenio, Paola quien tiene 26 años de edad platicó que hasta hace un par de semanas cursaba el tercer semestre de preparatoria en la carrera de Contabilidad en el turno vespertino, aunque aseguró que desde primer semestre comenzó a vivir varias situaciones de acoso.
Ante Derechos Humanos, la Secretaría de Educación de Guanajuato y la Dirección General de la institución educativa presentó denuncias desde hace más de cuatro meses, mismas que a decir de ahora ex alumna no tienen alguna respuesta.
CLASES DE 15 MINUTOS, UN REPORTE, LA PUERTA AL INFIERNO
El "infierno de Paola", que vivió dentro de las aulas comenzó cuando interpuso un reporte contra la maestra Elizabeth Gómez Mendoza que le impartía la materia de informática, la alumna cuestionó el por qué algunas clases tenían una duración de 15 minutos.
"Todo empezó porque ella (la maestra) se molestó porque yo la reporté porque nos dio 15 minutos de clases. Cuando yo voy y la reportó le hacen saber del reporte", platicó la estudiante.
La queja tuvo represalias, pues Paola asegura que la maestra señalada preguntó a los compañeros de su clase quién había reportado ante las autoridades educativas, un hecho que provocó un cambio de actitud dentro del salón de clases.
"Empezaron los desplantes hacia mí por esa situación. Incluso hicieron un grupo de Messenger y yo no me enteraba de lo que hablaban. Me robaron una memoria de mi mochila, tuve que hacer el trabajo otra vez, me robaban dinero...Yo me sentía excluida", dijo.
Pasaron los meses y las manifestaciones de violencia aumentaban, con el cambio de semestre, Paola dejó atrás la materia de informática al igual que a la maestra, pero esto sólo fue por un par de meses.
Un semestre después, otra maestra de nombre Angélica Thirion Escuder, que le impartía las materias de Operación de la contabilidad bancaria y Operación de sistemas contables, continuó con el ambiente de violencia. Suspensiones sin justificar, negarse a recibir trabajos, comentarios negativos, impedir que presentara exámenes son solo algunas de las acciones de las que la joven asegura fue víctima.
"Lo que me llevó a esto es que toqué varias puertas y en ninguna se me dio solución estuve aguantando muchas cosas, muchos desplantes. Estuve soportando que me señalaran que era la que reportaba, como ahora dicen en redes que yo los acosaba (a los maestros). Y son muchas cosas que como estudiante debes callar porque pasa lo que a mí tanto fue el estrés que se vio reflejado en mi salud". dijo