APODACA.- Entre los coches de la fila su vehículo llama la atención, son tres mujeres y una niña que esperan su turno para recibir su prueba Covid-19 en Apodaca, pero ellas no van en un carro normal, sino un carrito de supermercado en color naranja.
Mientras algunos vehículos con las intermitentes encendidas prendían sus motores para avanzar, ellas solo se limitaban a empujar el carrito con la menor adentro, protegida con una sombrilla para evitar la resolana.
Faltaban casi 10 vehículos para llegar al módulo de pruebas, ubicado a un costado de una plaza comercial de las avenidas Miguel Alemán y Concordia, cuando personal de la Secretaría de Salud que recorría la fila para levantar el registro y agilizar la aplicación de los exámenes les notificó que no podían atenderlas.
Ellas alegaron que tenían mucho tiempo haciendo fila, respetando los lugares de las personas con coches y que no tenían un vehículo para acudir a la prueba.
Finalmente, las tres mujeres y la niña abandonaron el lugar molestas, dejando el carrito del mandado en la banqueta y lograron tomar un taxi.
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