Mireya planeó junto con sus padres la muerte de sus tres hijos y después su suicidio, de acuerdo con los recados póstumos que tiene la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México.
“Sería nada más confirmar la letra, que haya correspondido a ellos”, dijo Oscar Montes de Oca, subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas.
En entrevista radiofónica para MVS el subprocurador aseguró que todas las evidencias apuntan a que la madre y los abuelos de los niños se pusieron de acuerdo “para llevar a cabo la privación de la vida de los menores por una intoxicación por medicamentos y a su vez ellos mismos”.
Sobre el padre, dijo que ya se presentó en la agencia del Ministerio Público para reclamar el cuerpo de los menores, lo cual está en trámite.
Agregó que hay antecedentes de varias denuncias contra él, así como de él hacia la madre de los niños, en los que se hacen acusaciones mutuas, pero en lo que respecta al abuso sexual se comprobó que no fueron víctimas los menores.
“Desde luego se practicaron todas las pruebas conducentes a los menores de edad donde no reflejaban ningún abuso sexual”, mencionó.
Dijo que algunos de los expedientes ya quedaron resueltos, pero hay otros pendientes que seguirán el trámite correspondiente.
En el caso del multihomicidio, Montes de Oca señaló que el padre no es investigado por el momento, pues “no le resulta allí ninguna participación en este evento”.
“No hay una inducción, una coparticipación o alguna otra figura jurídica que permita presumir que él sería penalmente responsable por esos hechos, de momento”, puntualizó.
Cuestionado sobre si era posible evitar estas muertes luego de que el abogado de la madre de los menores acusara que buscó el apoyo de las autoridades y no se lo dieron, el subprocurador dijo que el compromiso y obligación como institución y representante social era la investigación.
“No da más, esas son las pautas legales que debemos de tener nosotros. Ya requerían otro tipo de ayuda, ya sería responsabilidad de la familia, de todos los que están en torno a ellos buscar otro tipo de ayuda”, indicó.
Insistió en que se integran los expedientes con base a las pruebas que se aportan y después intervienen psicólogos y trabajadoras sociales y que en este caso a los niños se les realizó la prueba de Bostik “y no reflejaron ninguna conducta”.
Mireya, los tres menores y uno de los abuelos, murieron envenenados en un inmueble ubicado en la colonia San Jerónimo Lidice, en la delegación Magdalena Contreras. La única que sobrevivió fue la abuela materna, quien permanece hospitalizada.
Esta mañana Jesús Mora Lardizábal, el abogado de la mujer de aproximadamente 40 años, dijo que la decisión de su clienta fue “producto de un acoso de varios años por parte de su ex esposo”, a quien le habían dado la custodia de los niños.
En la casa donde fueron hallados los cuerpos los peritos encontraron un arma junto a un mensaje en el que presuntamente la mujer pedía que si alguno de los niños sobrevivía le dispararan.