Cerca de 200 personas marchan en el centro de Cuernavaca, Morelos, para protestar contra la operación de la termoeléctrica en Huesca y para exigir el esclarecimiento del asesinato del activista Samir Flores.
"Agua sí, Termo no”, “Samir vive” y “Samir no murió, el Estado lo mató”, son algunas de las consignas que gritan a su paso. El contingente partió de la iglesia El Calvario rumbo al zócalo de la capital morelense.
Entre los asistentes a la marcha está el antropólogo y escritor Gilberto López y Rivas, quien fue funcionario cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando fue jefe de Gobierno.
“Le exigimos al Presidente que cumpla su palabra, que sea congruente con el candidato que era, porque él vino en la campaña y prometió que no se construiría la hidroeléctrica y ahora como gobernante quiere imponerla, que sea congruente”, reclamó.