CIUDAD DE MÉXICO.- Es posible que México esté en camino a la recesión más brutal de la región debido al coronavirus, pero hay una industria que inesperadamente se benefició con la crisis: el tequila.
El licor hipster, que solo se puede hacer en México a partir de una sola variedad nativa de la planta de agave, se ha convertido en una de las principales bebidas alcohólicas en el confinamiento en Estados Unidos. Las ventas se dispararon 60 por ciento en las cuatro semanas hasta el 25 de abril, en comparación con el mismo periodo del año pasado, con lo que superó a todos los demás licores, a pesar de que sus ventas también aumentaron, de acuerdo con Nielsen, la compañía de investigación de mercados.
México cerró todas las industrias no esenciales en marzo, pero las autoridades de la industria del tequila lograron que la bebida se considerará como un producto agrícola porque, de lo contrario, se perderá la cosecha, con graves consecuencias económicas.
“Tequila es la marca más importante de México y una de las industrias más emblemáticas de nuestro país, que apoya 70 mil empleos”, dijo Rodolfo González, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Tequilera. A diferencia de su licor hermano, el mezcal, el tequila generó enormes granjas y destilerías de agave.
Ya que EU y Canadá, los socios de los tratados de libre comercio del TLCAN y el T-MEC, no impusieron restricciones a la venta de bebidas alcohólicas, las autoridades de la industria argumentaron que tenían que mantener el flujo del tequila. Más de 80 por ciento del tequila es para su exportación.
En contraste, en la tierra famosa por la cerveza Corona, los grupos cerveceros cabildearon sin éxito para que su producto quedara exento de los cierres, a pesar de que muchos argumentan que es esencial, pues 70 por ciento de las familias mexicanas compra cerveza cada semana. Los fabricantes suspendieron la producción y algunos estados prohibieron la venta de bebidas alcohólicas durante los cierres.
Los precios de los pequeños inventarios que quedan se dispararon en las últimas semanas y generaron un próspero comercio de cerveza en el mercado negro. “Una lata de cerveza solía costar entre 11 y 12 pesos, ahora cuesta 35 pesos”, señaló Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes, que representa a las tienditas de la esquina, de las cuales 800 mil ganan 40 por ciento de su facturación con la cerveza.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dice que México puede flexibilizar gradualmente su cierre a mediados de mayo en algunas partes del país y espera levantar por completo las restricciones a finales de mes, pero “si se extiende, muchas tiendas pequeñas no podrán volver a abrir”, indicó Rivera.
No solo los consumidores rezan para que se levante la prohibición de la cerveza la próxima semana. La sequía es un duro golpe para las presionadas finanzas estatales, ya que México, con una de las economías más abiertas del mundo y muy dependiente de Estados Unidos, se prepara para una brutal recesión con la proyección de que el producto interno bruto para 2020 se va a desplomar hasta 12 por ciento.
La cerveza y los refrescos son el componente más importante del impuesto especial mexicano, pero durante marzo recaudaron 15 por ciento menos que en el mismo mes del año pasado.
Mientras tanto, los productores de tequila pueden saborear el hecho de que las exportaciones totales fueron 42 por ciento más altas en el primer trimestre en comparación con el mismo lapso de 2019, incluido un aumento de 43 por ciento en marzo, según la compañía de datos comerciales Panjiva. Las exportaciones totales de cerveza —más del doble que las del tequila en términos de dólares el año pasado— cayeron 11 por ciento en marzo, agregó Panjiva.
“La percepción es que el tequila es una opción más saludable, que tiene un índice glucémico más bajo y te da menos cruda”, dijo Crystal Slattery, un aficionado a la bebida que dirige un negocio de moda en Nueva York y admite que se abasteció durante la pandemia.
“Tomar un tequila por la noche se ha convertido casi en algo absoluto”, dijo Joe Zagami, un dentista de Nueva York, quien desarrolló su gusto por las marcas ultrapremium después de enamorarse del tequila en un viaje a México el año pasado. “Vamos a tener que volver a la realidad en algún momento”.
Pero él sueña con ir a un bar de tequila en la ciudad de Nueva York cuando termine el confinamiento para continuar su investigación sobre la bebida. “Va a ser divertido en el verano”, afirmó.
Volumen de ventas
Las ventas de tequila en Estados Unidos por volumen aumentaron 36 por ciento entre 2015 y 2019, según el IWSR, la autoridad de la industria de bebidas con sede en Londres.
Gasto en alcohol
De marzo a la fecha, los estadunidenses ya gastaron alrededor de 2 mil millones de dólares más en la compra de alcohol que el año pasado.
dezr
CIUDAD DE MÉXICO.- Es posible que México esté en camino a la recesión más brutal de la región debido al coronavirus, pero hay una industria que inesperadamente se benefició con la crisis: el tequila.
El licor hipster, que solo se puede hacer en México a partir de una sola variedad nativa de la planta de agave, se ha convertido en una de las principales bebidas alcohólicas en el confinamiento en Estados Unidos. Las ventas se dispararon 60 por ciento en las cuatro semanas hasta el 25 de abril, en comparación con el mismo periodo del año pasado, con lo que superó a todos los demás licores, a pesar de que sus ventas también aumentaron, de acuerdo con Nielsen, la compañía de investigación de mercados.
México cerró todas las industrias no esenciales en marzo, pero las autoridades de la industria del tequila lograron que la bebida se considerará como un producto agrícola porque, de lo contrario, se perderá la cosecha, con graves consecuencias económicas.
“Tequila es la marca más importante de México y una de las industrias más emblemáticas de nuestro país, que apoya 70 mil empleos”, dijo Rodolfo González, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Tequilera. A diferencia de su licor hermano, el mezcal, el tequila generó enormes granjas y destilerías de agave.
Ya que EU y Canadá, los socios de los tratados de libre comercio del TLCAN y el T-MEC, no impusieron restricciones a la venta de bebidas alcohólicas, las autoridades de la industria argumentaron que tenían que mantener el flujo del tequila. Más de 80 por ciento del tequila es para su exportación.
En contraste, en la tierra famosa por la cerveza Corona, los grupos cerveceros cabildearon sin éxito para que su producto quedara exento de los cierres, a pesar de que muchos argumentan que es esencial, pues 70 por ciento de las familias mexicanas compra cerveza cada semana. Los fabricantes suspendieron la producción y algunos estados prohibieron la venta de bebidas alcohólicas durante los cierres.
Los precios de los pequeños inventarios que quedan se dispararon en las últimas semanas y generaron un próspero comercio de cerveza en el mercado negro. “Una lata de cerveza solía costar entre 11 y 12 pesos, ahora cuesta 35 pesos”, señaló Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes, que representa a las tienditas de la esquina, de las cuales 800 mil ganan 40 por ciento de su facturación con la cerveza.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dice que México puede flexibilizar gradualmente su cierre a mediados de mayo en algunas partes del país y espera levantar por completo las restricciones a finales de mes, pero “si se extiende, muchas tiendas pequeñas no podrán volver a abrir”, indicó Rivera.
No solo los consumidores rezan para que se levante la prohibición de la cerveza la próxima semana. La sequía es un duro golpe para las presionadas finanzas estatales, ya que México, con una de las economías más abiertas del mundo y muy dependiente de Estados Unidos, se prepara para una brutal recesión con la proyección de que el producto interno bruto para 2020 se va a desplomar hasta 12 por ciento.
La cerveza y los refrescos son el componente más importante del impuesto especial mexicano, pero durante marzo recaudaron 15 por ciento menos que en el mismo mes del año pasado.
Mientras tanto, los productores de tequila pueden saborear el hecho de que las exportaciones totales fueron 42 por ciento más altas en el primer trimestre en comparación con el mismo lapso de 2019, incluido un aumento de 43 por ciento en marzo, según la compañía de datos comerciales Panjiva. Las exportaciones totales de cerveza —más del doble que las del tequila en términos de dólares el año pasado— cayeron 11 por ciento en marzo, agregó Panjiva.
“La percepción es que el tequila es una opción más saludable, que tiene un índice glucémico más bajo y te da menos cruda”, dijo Crystal Slattery, un aficionado a la bebida que dirige un negocio de moda en Nueva York y admite que se abasteció durante la pandemia.
“Tomar un tequila por la noche se ha convertido casi en algo absoluto”, dijo Joe Zagami, un dentista de Nueva York, quien desarrolló su gusto por las marcas ultrapremium después de enamorarse del tequila en un viaje a México el año pasado. “Vamos a tener que volver a la realidad en algún momento”.
Pero él sueña con ir a un bar de tequila en la ciudad de Nueva York cuando termine el confinamiento para continuar su investigación sobre la bebida. “Va a ser divertido en el verano”, afirmó.
Volumen de ventas
Las ventas de tequila en Estados Unidos por volumen aumentaron 36 por ciento entre 2015 y 2019, según el IWSR, la autoridad de la industria de bebidas con sede en Londres.
Gasto en alcohol
De marzo a la fecha, los estadunidenses ya gastaron alrededor de 2 mil millones de dólares más en la compra de alcohol que el año pasado.
dezr