El ruido de los cohetes, los globos blancos y las porras para David no faltaron durante su funeral. Sus compañeros de clases y maestros se reunieron la tarde de este jueves, pero no en el aula de clases, sino en el panteón donde le dieron el último adiós al menor de 9 años de edad.
Decenas de personas, entre vecinos, amigos, sus familiares y papás de los compañeros de la escuela de David, llegaron hasta la casa donde reposaba el cuerpo del menor después de la ajetreada muerte que tuvo cuando cayó al río la tarde del lunes en la colonia León I.
Uno de los momentos más especiales antes de que el contingente partiera caminando desde la colonia los Ángeles hasta el panteón municipal, fue cuando lo coronaron sus padrinos, papás y hermanos, le llenaron la cabeza con flores y no le rezaron, pues de acuerdo a la iglesia católica, él no vino al mundo a pecar y se fue contentó, está tranquilo, feliz.
El ritual lo llevó a cabo Juan Eduardo Juárez Chavez, un orador que entrega almas que se dedica a transmitir la palabra de Dios en los momentos de muerte, quien además les brinda un mensaje de consuelo y fortaleza a la familia para que no se sientan quebrantados al perder a su ser querido.
A las 3 de la tarde salieron caminando “¡David, David, David!” se escuchaba como parte de las porras que se combinaban entre los lamentos de las mujeres de su familia que lloraban la pérdida.
Cohetes, música y algunas personas de blanco, lo acompañaron aunque al panteón sólo dejaron entrar a unas 30 personas de la familia, pues son parte de las restricciones que tienen las autoridades de Salud para evitar la propagación del virus.
El menor que iba en cuarto año de primaria había salido de la escuela cuando junto con sus amigos se fue a un costado del río a jugar, sin embargo, se metió y la corriente lo arrastró hasta la comunidad Puerta de San Germán y fue encontrado más de 20 horas después, sin vida.