ESPECIAL. - El presidente Andrés Manuel López Obrador, aseguró que no es partidario de que escale el reclamo de la Fiscalía General de la República a la DEA por el caso del ex secretario de Defensa Salvador Cienfuegos.
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Luego de que el titular de la FGR anunciara que llevaría a juicio internacional la actuación de los agentes estadounidenses por la detención y posterior liberación del militar mexicano, el mandatario señaló que se debe procurar que exista una relación de respeto y ponerse de acuerdo para definir las reglas de cooperación, pero sin estridencias.
El presidente mencionó que había una intromisión indebida y violatoria de la soberanía nacional por parte de las agencias de seguridad del gobierno de Estados Unidos.
En este sentido, consideró que había demasiado protagonismo porque hasta los embajadores opinaban sobre los asuntos internos de México.
López Obrador defendió la decisión de su gobierno de dar a conocer la investigación de la DEA porque de esa manera se comprobó que la indagatoria estaba mal hecha y que incluso fue fabricada.
De esta manera aseguró que quedó claro que desde la presidencia no se tienen relaciones de complicidad.
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