MONTERREY.- A dos años de su cierre, el Penal del Topo Chico aún guarda recuerdos de quienes fueron sus temidos habitantes y las memorias que ellos mismos dejaron plasmadas en paredes. Dichos vestigios permanecerán para que la sociedad pueda conocer esta parte de la historia.
Mientras la mayor parte del centro de reinserción social fue demolida, el edificio conocido como “el asterisco” donde antes estuvieron los ambulatorios, quedó en pie y será convertido en un museo o algún giro similar.
El director del Fideicomiso de Proyectos Estratégicos, Jorge Luis Martínez Lara, informó que la obra lleva un 73% de avance.
Desde hace seis meses decenas de trabajadores se han encargado de borrar la fatídica historia del Penal del Topo Chico, han sido toneladas de basura y pertenencias que los reos dejaron en el lugar tales como veladoras, ropa, fotografías y hasta estampas religiosas.
El inmueble de más de 70 años de existencia aún es funcional por lo que se realizarán trabajos de restauración, pintura y decoración.
Aunque en un inicio se contempló mover el Archivo Histórico a este sitio, le corresponderá a la siguiente administración estatal determinarlo ya que para esto se requeriría inversión para nueva infraestructura.
Se prevé que el 15 de septiembre concluyan los trabajos de la primera etapa que consiste en el parque y la limpieza de los corredores.
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