Durango, Dgo.- Madre Luna es el nombre del proyecto de los artesanos duranguenses Neftalí y Soares, los cuales, durante cinco años, han ido acaparando las miradas de los miles de turistas que suelen valorar el arte efímero en piezas esculpidas de naturaleza muerta, resina o cobre.
Una muestra de su talento puede ser encontrada a las afueras del Museo Francisco Villa sobre el corredor artesanal de doce a seis de la tarde.
Después de haber participado en la mayoría de las exposiciones artesanales en la localidad y fuera de ella, Madre Luna destaca por su precisión en los trazos ejecutados, al igual que la técnica de coloración y maleabilidad.
Con piezas de corazones reales, ornamentas, collares y pulseras de cobre, los precios se establecen desde los 45 hasta los 180 pesos, teniendo como garantía que el accesorio comprado jamás volver a ser replicado.