Este 20 de mayo Día Mundial de las Abejas, los apicultores de Jamay, Jalisco, ven riesgos más por la producción de agave y el uso de plaguicidas e insecticidas.
En esta fecha se busca hacer conciencia en los seres humanos sobre la importancia que las abejas tienen para la supervivencia y la protección de la biodiversidad.
De acuerdo con estudios internacionales casi el 90% de las plantas con flores dependen de la polinización para reproducirse. De la misma forma, el 75% de los cultivos alimentarios del mundo depende de este proceso.
En este municipio de la Región Ciénega se concentran la mayor cantidad de productores de miel del estado. En los últimos dos años el cultivo de agave se convirtió en el principal factor de riesgo para los más de 200 abejeros, pues les roba espacio de tierra lo que dificulta la instalación de las colonias de abejas.
Apicultores se mueven con todo y abejas para conservar producción
“Estos últimos dos años a la fecha ya casi no producimos nada de miel, donde solíamos producir con una colmena hasta 70-80 kilos por cajas, ahorita no producen más de 15-20 kilos, eso lo puedes tomar como una cosecha regular”, dijo Josué Godínez López.
El acaparamiento de tierra por parte de las tequileras orilla a los apicultores a volverse nómadas y recorrer hasta tres estados en un año en búsqueda del clima adecuado para la producción de miel.
“Con el cambiar de los tiempos nos hemos tenido que mover a invadir a Zacatecas, a San Luis Potosí y Michoacán a buscar donde mantener nuestras abejas porque la verdad la deforestación y los plaguicidas nos están dando en la torre”, señaló.
El cambio constante afecta a las abejas, aseguró Godínez López, antes la abeja reina tenía una esperanza de vida de cuatro a cinco años, hoy sólo dura un año y muere. Sin embargo, el no moverse puede ocasionar la muerte del 60 por ciento de las colonias de abejas.
Apicultura en Jalisco afectada por la sequía
En 2020, Jalisco se posicionó en el primer lugar a nivel nacional en la producción de miel con un total de 6 mil toneladas. Sin embargo, este año pinta incierto para los apicultores debido a los factores que han golpeado a la entidad en los últimos meses.
Un gran porcentaje de la miel que se produce en Jalisco es exportada a otros países del mundo. “Casi un 80% de la producción de Jalisco se va a Alemania, a los Emiratos Árabes, Inglaterra, Estados Unidos y Canadá”, comentó.
A las dificultades ya mencionadas a las que se enfrentan los apicultores se suma el robo de miel lo que genera negocios turbios, donde revenden las colmenas a precios más elevados.
De acuerdo con el coordinador de la cadena productiva de especies menores de la Sader, el Gobierno de Jalisco tiene un pendiente con el sector debido a que no se ha aplicado la Ley de Fomento Apícola y Protección de Agentes Polinizadores.