El ciclismo de montaña es considerado un deporte de riesgo y competencia que no cualquiera se atreve a practicar, es llevado a cabo en circuitos de rodeados de naturaleza, como montañas escarpadas, caminos angostos y descensos inclinados.
Ante la actual contingencia sanitaria no todo es malo, ya que existen amantes de esta disciplina que se han visto beneficiados al poder practicar con mayor libertad, tal es el caso de Martin Hernández y Luis León, dos aficionados de la adrenalina que, ante la falta de peregrinos y turistas en la montaña de Cristo Rey, han aprovechado para entrenar lo que desde hace años es su pasión.
“Buscamos lo que es la adrenalina, que nos exijamos en las subidas, lo que viene siendo puro cerro y después de la subida, lo que buscamos es el descenso que para nosotros es lo más divertido” expresaron.
Luis, quien lleva alrededor de 15 años haciendo rodar su bici asegura que como en casi todo “La práctica hace al maestro” pues lo que verdaderamente influye es la dedicación otorgada al entrenamiento “Aquí lo que se busca cada vez es mejorar” afirmó.
Existen diversas modalidades, entre las que se destaca:
Campo traviesa o rally el cual consiste en competiciones por terreno ascendente y descendente con circuitos de 10 a 100 km los cuales en algunos casos se efectúan varias vueltas.
Campo a través por equipos en el cual participan relevos.
Campo a través de eliminación en el que se descalifica al último en llegar a la meta
Descenso; cuya especialidad consiste en un recorrido cuesta abajo con saltos y obstáculos
Ascenso en la cual se compite contra reloj y distancia
Por su parte Martin, quien apenas hace dos años inicio este camino ya ha tenido la oportunidad de participar en diversos retos y competencias entre los que se encuentra “El GuacamayaZoo” consistente en campo traviesa para posteriormente subir los caminos de Cristo Rey, la “Ruta de la plata” desarrollado en el parque bicentenario y consistente en un recorrido de 75 kilómetros los cuales incluyen un descenso por la montaña.
La preparación física que requiere esta actividad es exigente, en el caso de ambos su entrenamiento inicia cuando parten desde la ciudad de León, abordando la carretera, suben la montaña de Cristo Rey para después bajar por la terracería y regresar hasta el punto de origen, un recorrido de aproximadamente 90 kilómetros, el cual realizan en 1 hora 40 minutos.
“Para los entrenamientos tienes que salir temprano, mínimo un entrenamiento por muy corto deben ser dos horas, buscando pendientes para fortalecer piernas y también hacer un poco de distancia, son en intervalos "mencionó Martin.
Por lo que cada persona debe desarrollar un plan específico de acuerdo a su condición física, objetivos y grado de experiencia “Las pendientes no cualesquiera las sube y es algo muy fuerte, pero en las bajadas se recompensa con simplemente la vista” resaltó.
Los accidentes son comunes y se debe estar preparado tanto mental como físicamente para los riesgos, por ello es importante contar con el equipo necesario compuesto principalmente por una bicicleta especial cuyo costo oscila los 20 mil pesos; hecha a partir de aluminio, con suspensión y llantas de montaña, frenos hidráulicos, además de casco, guantes y lentes para sol. Se recomienda también el cargar con parches, bomba de aire y pegamento para cualquier emergencia.
Y es que el hecho de que actualmente exista menos turismo y menos autos ha generado un ambiente más seguro para los ciclistas, quienes al llevar a cabo una disciplina individual no temen al contagio, pues se encuentran al aire libre y guardan una prudente distancia entre sí “Tenemos que salir, si no lo hacemos nos estresamos” concluyeron.