Durango, Dgo. - Postrada a una silla de ruedas, la señora Guadalupe Navarro, durante la temporada de lluvias, ha tenido que soportar inundaciones al interior de hogar, debido al pésimo sistema de alcantarillado que recorre la calle primera privada de Mapimí en la colonia Hipódromo, además de exponer su salud y perder sus bienes materiales año con año.
Esta no es la única molestia para las personas con discapacidad en el sitio, ya que la falta de pavimentación sobre algunas calles, así como la ausencia de rampas acceso sobre las banquetas se han convertido en un pesar bastante cotidiano para aquellos individuos que tienen la necesidad de abandonar su hogar por cualquier circunstancia.
Sin embargo, este no ha sido el único inconveniente para la señora Navarro, ya que cuando esta acude a supermercados o estacionamientos públicos, las autoridades no le permiten estacionarse en lugares para discapacitados ya que esta no cuenta con una identificación que la acredite como tal.
Durante meses pasados, la señora Guadalupe, decidió sacar la basura a calle, sin imaginar que un individuo se aprovecharía de su condición y la despojaría de su monedero de manera agresiva justo a las afueras de su hogar.
A pesar de que diariamente recibe ofensas por parte de algunos automovilistas o inclusive acusaciones de robo en supermercados, la señora Navarro no se da por vencida y continúa recorriendo las calles, esperando que algún día sus detractores tomen conciencia y acepten a las personas postradas a una silla de ruedas.