Durante la misa dominical, el arzobispo de León, Alfonso Cortés Contreras, dijo que lo que le duele al mundo actual es la injusticia, la corrupción y la mentira.
Además habló sobre los bienes que se utilizan para hacer el mal y dijo que vivir en el mundo, que es el tiempo, es una obligación ya que es una de las realidades que Dios quiere.
Explicó que los padres cuando hablan del dinero y del poder dicen que todo eso es bueno en la medida que se utiliza para conseguir el fin para el que se fue creado, que es para alcanzar la vida eterna y ayudar a que el reino de Dios se haga presente en esta tierra.
Comentó que en la medida que sirvan para conseguir el fin último los bienes son de Dios, de tal manera, que no hay una dualidad, ya que el hombre es alma y cuerpo y están unidos en una sola persona.
Y ejemplificó que muchos científicos son incrédulos ante Dios, pues los pensadores dicen que son agnósticos ya que aseguran que la ciencia es solo lo que tocan.
Así es como muchos otros utilizan lo bienes y el amor para el mal, y entonces es cuando la creación se distorsiona cuando los bienes materiales se corrompen y no son de Dios pues el evangelio dice que aquel que obre el bien en la verdad se acerca a la luz
“¿Cuál es el dolor de esta sociedad? Uno de los más grandes es la injusticia ¿Cuál es lo que huele? Por decir una palabra fuerte, lo que apesta en esta sociedad, la corrupción, la mentira, el mal”, agregó.
Dijo que por eso los católicos deben examinarse con qué criterios obran en la vida y cómo se mueven en la escuela, en el trabajo, en el ministerio sacerdotal, con qué criterios obran en los negocios, forman una familia y disfrutan de la creación que es la obra bella de Dios.