Puebla. El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, resaltó los legados que dejaron el religioso defensor de los derechos de los migrantes y personas necesitadas, Gustavo Rodríguez Zárate, el párroco del Templo de Nuestra Señora de la Asunción, quien perdió la vida hace nueve días a causa de un cáncer; y de la directora del Colegio Esparza, María Elena Torreblanca Trujillo, religiosa josefina quien falleció el sábado.
Al encabezar la misa dominical en la Basílica Catedral de Puebla, Sánchez Espinosa recordó a los dos religiosos que durante su vida dieron ejemplo de lucha por causas a favor de la población en general.
A pesar de lo reducido de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, ubicada en la Calle 45 Norte 206, de la colonia Aquiles Serdán, al poniente de la capital del estado, Rodríguez Zárate destinó espacios para brindar apoyo a los transmigrantes, quienes vienen de Centroamérica y de otros continentes con el objetivo de llegar a Estados Unidos.
En tanto, recordó a la directora del Colegio Esparza, María Elena Torreblanca Trujillo, quien falleció el sábado 3 de julio y quien impulsó la educación de calidad.
INFORMACIÓN: JAIME ZAMBRANO, MILENIO PUEBLA