A partir del día de mañana, se restringirá la asistencia de personas a misas, ya sea dominicales o diarias, esto anunciado por la Arquidiócesis de León.
De la misma manera, se optó por suprimir la celebración de cualquier sacramento, como bautismos, confirmaciones, matrimonios, etc. Asimismo, se invita a todos los feligreses a aplazar la fecha de sus eventos, y en caso de realizarse, que sea con un mínimo de personas.
"Es triste, pero son las medidas que han tomado y pues está bien". comenta una practicante de fe.
Por su parte, las personas que acuden a las celebraciones eucarísticas han decidido acatar las indicaciones ya antes establecidas: en el momento de rezar el Padrenuestro, han evitado el contacto de las manos.
Sucede lo mismo cuando se dan la paz; ahora hacen un ligero movimiento de cabeza, manteniendo su distancia.
Si bien aún hay aglomeración al acercarse a recibir la comunión, el sacerdote otorga la hostia en la mano, invitando a consumirla inmediatamente.
Sin embargo, los templos permanecerán abiertos para que las personas aún puedan acudir a orar.