El Atlas de vulnerabilidad hídrica en México ante el cambio climático, permite conocer los efectos de este fenómeno en la disponibilidad en cantidad y calidad del líquido y será una herramienta para la toma de decisiones y el motor de nuevas políticas públicas.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) señaló que el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) tiene 32 años de generar conocimiento y desarrollo tecnológico para la gestión sustentable del vital líquido y ha sido precursor en estudios de los efectos del cambio climático.
Expuso que el clima y el ciclo hidrológico están estrechamente vinculados por lo que el incremento de temperatura esperado en los escenarios más probables de cambio climático tendrá un impacto importante en la disponibilidad de los recursos hídricos en México y en el mundo.
Ante este entorno y como parte del Programa Especial de Cambio Climático, el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) tiene la tarea de evaluar el impacto del cambio climático sobre los recursos hídricos, reducir la vulnerabilidad de la población y sectores productivos e incrementar su resiliencia.
Para ello, uno de los trabajos elaborados y que es de suma importancia para la toma de decisiones y la elaboración de políticas públicas es el “Atlas de vulnerabilidad hídrica en México ante el cambio climático”, realizado en colaboración con la Comisión Nacional del Agua, que permite conocer los efectos de este fenómeno en la disponibilidad en cantidad y calidad del recurso hídrico.
Esta herramienta, destacó la Semarnat, tiene el objetivo de convertirse en un documento de consulta sobre el diagnóstico de vulnerabilidades, una herramienta para la toma de decisiones y el motor de nuevas políticas públicas y contar con la versión digital permite actualizar constantemente la información.
Por mencionar un ejemplo del contenido de este estudio, en el capítulo correspondiente a la calidad del agua se propone un conjunto de directrices y un método para identificar problemas potenciales y posibles efectos para priorizarlos y concentrar los recursos en una gestión del riesgo que integre planes de prevención, supervisión y respuesta.