Puebla. La siembra y cosecha del cempasúchil y el terciopelo son una tradición viva de Atlixco.
A sus 20 años, Jonathan encabeza la cuarta generación de floricultores en su familia, sabe que de julio a noviembre se trabaja la tierra para producir flores de muerto.
Cincuenta metros cuadrados sostienen a cinco familias; sin embargo, este 2020 sembraron 30 por ciento menos flor debido a la contingencia y sus medidas.
Con casi medio siglo de experiencia, don Alejandro sembró la misma cantidad de flor que el año pasado y dará trabajo al mismo número de personas, confía en la importancia que tiene para las y los mexicanos honrar a sus difuntos.
Los campesinos de Atlixco no pierden la esperanza de recapitalizar lo más que puedan de cara a la temporada navideña.
INFORMACIÓN: DAVID ALVÍDREZ, TELEDIARIO PUEBLA