La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que más de 43 millones personas de entre 12 y 35 años, padecen alguna discapacidad auditiva, ya que aproximadamente el 51 por ciento de la población son expuestos a ruidos altos y perjudiciales para la salud.
En la Zona Metropolitana de Guadalajara, la contaminación auditiva es un problema constante que puede provocar daños a sus habitantes, quienes se han acostumbrado a los múltiples ruidos que se generan en la calle.
Un ejercicio realizado por TELEDIARIO GUADALAJARA corroboró que en algunos de los cruceros más concurridos de la zona metropolitana, el ruido que generan los automóviles, motocicletas y camiones supera los decibeles permitidos por el reglamento. Tal es el caso del cruce de las avenidas Javier Mina y Belisario Domínguez, donde se obtuvo un registro de entre 80 y 90 decibeles, cifra que representa un volumen elevado que es perjudicial para la salud.
Por otra parte, en la Calzada Independencia y Javier Mina los registros son similares de entre los 70 y 95 decibeles. En cambio, en lugares con poca afluencia vehicular los niveles se mantienen alrededor de los 50 a 70 decibeles.
Cabe señalar, que estudios realizados por la OMS, muestran que las personas más propensas a tener un daño auditivo son aquellas que padecen enfermedades crónicas como la diabetes o la exposición al humo del cigarro. Además, la exposición crónica al ruido en menores de edad contribuye a las dificultades de aprendiza, al estrés, la falta de atención y la ansiedad.
La Organización Mundial de la Salud, recomienda respetar los niveles de exposición de ruido, no sólo en el exterior, sino también con los aparatos electrónicos, en un celular no se debe superar el 60 por ciento del volumen máximo, además, es recomendado utilizar auriculares que se ajusten bien y de ser posible, que aíslen el ruido exterior. Por otro lado, el usar tapones en los oídos cuando se asista a una fiesta, evento deportivo u otro lugar ruidoso, pueden ayudar a reducir el nivel exponencial del ruido.
MRG