MÉXICO.- Aunque las bebidas vegetales de coco, arroz, soya, entre otras, sí cumplen con las normas de etiquetado, éstas se venden a un precio muy elevado afirmó la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
En entrevista con MILENIO, el titular de organismo, Ricardo Sheffield Padilla consideró que el elevado costo de estos alimentos se debe en parte a una deformación de términos que ha provocado en parte el propio consumidor.
“Al pedir un café lo pedimos con leche de soya, leche de coco, leche de almendra; nosotros como consumidores hemos deformado los términos y nos hacemos a nosotros mismos propicios para pagar precios excesivos por un producto que producirlo es infinitamente más bajo que el precio al que lo dan”, explicó.
Explicó que un litro de leche de vaca tiene mayor nivel nutricional que las bebidas de semillas, "sin embargo está más barata que un litro de bebida de almendra".
“Lo que hay es un sobre precio. Nosotros mismos como consumidores hemos deformado en nuestra mente los conceptos, eso es lo que descubrimos en este estudio. Están pagando de más, pero mucho de más por esos productos”, consideró.
Del 31 de enero al 11 de marzo de este año, el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor analizó 22 bebidas vegetales denominadas alimentos líquidos de coco, arroz, soya, almendra, avena y no leches.
En las bebidas evaluadas el principal componente fue agua con entre 92 y 98 por ciento del contenido total, seguido de azúcares, grasas y proteínas, éstas últimas provenientes del vegetal con que fue preparado. El contenido de cada uno de ellos depende del tipo de bebida y marca.
Del análisis se pudo determinar que un litro de agua y ocho almendras equivalen a un litro de bebida de estas semillas, pero “si tú vas y compras los ingredientes básicos se nota que el precio de producirla es muchísimo inferior al que se comercializan la mayoría de estas bebidas de semillas”.
En este sentido, Sheffield recordó que la Profeco no puede realizar ninguna sanción por precios, “si una cosa que cuesta ocho pesos, la quieren dar en 80 y alguien está dispuesto a pagarlo nada más porque sí, es problema del consumidor; lo malo es que no esté informado y esa es nuestra labor, empoderarlo con la información”.
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