Guadalajara Jalisco. Noemi no trabaja en una farmacia, ni en seguridad pública y privada, tampoco es miembro de un equipo de auxilio y protección civil o de servicios básicos públicos, privados o postales, no despacha en una gasolinera, ni es empleada en servicios funerarios.
Noemi Alcalá, labora en un taller de zapatos, es una mujer cuyo esposo se encuentra interno en el Penal de Puente Grande y a quien hace visitas conyugales los viernes de las 6 de la tarde a las 9 de la mañana del sábado.
Noemi, tardó más de una hora para que alguien le diera ride de la Penal de Puente Grande a la Central Nueva, ante las restricciones del transporte público durante los fines de semana que esté activado el botón de emergencia.
Cuando llegó a la Central Nueva, Noemi esperó otros 45 minutos a la ruta 207 y 258, con la esperanza de que le permitieran abordar, a pesar de no ser empleada de ningún giro esencial.
Su única opción era tomar un taxi, pero los operadores no respetaron la tarifa impuesta por el Gobierno del Estado y no podía costear más de 100 pesos en transporte, así que, por un momento, consideró caminar de la Central Nueva a la calle Esteban Alatorre aproximadamente 10 kilómetros.
A pesar de las complicaciones para desplazarse, Noemi no cancelará la visita conyugal a su esposo el próximo fin de semana.