Actualmente en Guanajuato hay dos mil 184 hornos ladrilleros distribuidos en 38 de los 46 municipios de la entidad. Esta cifra lo posiciona como el tercer estado con más cantidad de hornos a nivel nacional, solamente por debajo de Puebla y Jalisco. Entre todos ellos, León es el municipio que tiene la mayor cantidad de hornos ladrilleros, con un poco más de 300.
En coordinación con las distintas secretarías del estado, la Secretaría de Medio Ambiente buscará implementar alternativas y trabajar transversalmente para disminuir las emisiones contaminantes causadas por las ladrilleras en el estado de Guanajuato, así como implementar estrategias para mejorar la calidad de vida de los productores de ladrillo rojo.
Según la Dirección de Gestión de la Calidad del Aire de la Secretaría de Medio Ambiente, las ladrilleras en el municipio de León, reportan cerca de un 19% de las emisiones contaminantes del aire. Esto de acuerdo a un inventario de emisiones que evalúa la contribución de las diferentes fuentes, como lo son las fábricas, los automóviles, las quemas de materiales, entre otros.
La mayor problemática que se presenta actualmente refiere a que la producción de ladrillo artesanal se realiza de forma rudimentaria, carente de controles sobre el tipo de combustible que se maneja, además de los materiales que se utilizan como arcillas o tierra, los cuales en muchas ocasiones son de procedencia ilegal.
Esta situación lleva muchos años presente en el estado, puesto que el ladrillo rojo que se produce en estas ladrilleras es el preferido en el sector de la autoconstrucción, a pesar de que ya existe otro tipo de productos para esta misma actividad.
¿Cómo actúan estas emisiones contaminantes?
Con la quema de los combustibles antes mencionados, así como de materiales como biomasa, pastizales, madera, etc., se generan partículas contaminantes que se dispersan en la atmósfera. Estas son llamadas PM10, las cuales tienen como consecuencia efectos adversos en la salud de la población. Su exposición prolongada puede causar efectos nocivos en el sistema respiratorio de una persona.
En el corredor industrial del Bajío, en ciertas temporadas hay mayor incidencia de las partículas PM10. Por ejemplo, la temporada invernal que ya está a la vuelta de la esquina, es muy relevante verificar constantemente la calidad del aire, pues que en estos meses las condiciones para la dispersión de los contaminantes atmosféricos son muy favorables.
Debido a estas medidas ilegales y dañinas a la salud, tan solo en Agosto del año en curso, dos ladrilleras que no contaban con los permisos ambientales para operar fueron clausuradas por personal de la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial.
Estrategias a implementar
Debido a que este tema no es únicamente de carácter ambiental, sino también social y económico, las estrategias a largo plazo se enfocarán en estos tres puntos para combatir esta problemática. Esto en coordinación con la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial, la Secretaría de Desarrollo Económico, la Secretaría de Desarrollo Social Humano, entres otras.
Esta es una actividad productiva, de la cual dependen muchas familias leonesas y del estado de Guanajuato. Pero los procesos de la elaboración de ladrillo rojo son muy rudimentarios, además de que los trabajadores obtienen bajos ingresos. "Lo que estamos buscando es una alternativa para que las personas productoras de ladrillo puedan continuar con esta labor y puedan continuar con el sustento de las familias", así lo aseguró Carlos Aaron Ávila Plascencia, Director de Gestión de la Calidad del Aire.
Comentó que como primera estrategia se realizará la reubicación de las ladrilleras, puesto que la mayoría de ellas están ubicadas dentro de la macha urbana de la ciudad, espacio que incumple con el ordenamiento ecológico y territorial ideal. Se encuentran en sitios que en la mayoría de los casos el suelo está destinado para vivienda, no para actividades asociadas a una industria ligera.
A la par de esta estrategia, se hará una renovación del proceso de ladrillo que reduzca significativamente las emisiones atmosféricas y el consumo de agua. Actualmente el producir una pieza de ladrillo ocupa alrededor de 2 litros de agua, lo cual resulta perjudicial particularmente para León, puesto que el estrés hídrico en este municipio actualmente es de 4.9 puntos de 5 que es el máximo indicador. Esto según la estimación del Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés).
Todo esto acompañado además por la introducción de un nuevo modelo de negocios, con el cual se pretende que los productores puedan continuar esta actividad productiva de manera legal, dignificándola con el uso de tecnologías de hornos que puedan reducir de manera considerable (por lo menos en un 45 por ciento) las emisiones que actualmente se genera en un horno tradicional.
Por último, y de manera innovadora, se ha estado considerando que a la mezcla que utilizan los productores se puedan incorporar algunos materiales provenientes de reciclaje, en este sentido para también reducir la cantidad de materiales pétreos que se utilizan en la elaboración de ladrillo.
Recomendaciones
Debido a que actualmente se suscitan varios días con la calidad del aire en la categoría "no satisfactoria", el director de Gestión de la Calidad del Aire exhortó a la población a consultar a través de la app para dispositivos móviles 'EQA', la calidad del aire día a día.
Lo anterior, con la intención de ayudar a la población para tomar decisiones sobre qué tan conveniente es realizar actividades al aire libre.
Señaló que a estas políticas se les dará seguimiento, monitoreo y evaluación a través de la Comisión de la Calidad del Aire del Estado de Guanajuato (COAIRE).
"Queremos juntar a todas estas secretarías de estado para que podamos dar precisamente esta otra alternativa a los productores pero de una manera controlada, legal y reduciendo los impactos ambientales", concluyó.