Silvia Ortiz, vocera del Grupo Vida dedicado a la búsqueda de personas desaparecidas, cumplió el día de ayer trece años tratando de localizar a su hija Silvia Stephanie Sánchez-Viesca.
En entrevista para Telediario Matutino, habló sobre las dificultades a las que se ha enfrentado tratando de avanzar en las investigaciones para dar con el paradero de Silvia Stephanie, mejor conocida como Fanny.
En primera instancia, aseguró que cuando inició la búsqueda las autoridades estaban coludidas con organizaciones criminales, pues recordó que durante el sexenio de Felipe Calderón, el entonces Procurador General de la República, Eduardo Medina Mora, retuvo el expediente de su hija por un año, tras lo cual le fue devuelto con hojas faltantes y mezclado con el expediente de otra persona.
Asimismo, destacó que al principio ella y su familia eran vigilados, e incluso sus alumnas le advertían sobre personas que la seguían.
También detalló que incluso antes de que Fanny despareciera, sufría muchas agresiones por parte de los hombres que rondaban el lugar donde vivían, en la calle Carmen Salinas casi en esquina con la avenida Matamoros, por lo que tuvieron que mudarse.
En una ocasión, Fanny y su amigo Israel se dirigieron a la tienda y unos sujetos la comenzaron a agredir. Él intentó defenderla, pero le dieron una golpiza. Silvia Ortiz interpuso una denuncia y como respuesta, asegura que los abogados de los atacantes le dijeron a Israel: “Que crees, ya desapareció, tu mejor castigo”.
El último día que Fanny fue vista, pasó al domicilio de Israel antes de volver a su casa, pero al no encontrarlo siguió con su camino y fue a pedir dinero a su amiga Nancy para el camión. Su mamá fue la última persona en verla.
Al ser cuestionada sobre las distintas versiones que han surgido acerca de Fanny, Silvia Ortiz reconoció que la más fuerte es que se encuentra con un capo del narcotráfico, pero dijo que quienes pueden aportar información al respecto no hablan.
Asimismo, mostró su molestia con quienes aseguran que ella ya ha tenido contacto con Fanny.
“Si yo ya hubiera tenido contacto con mi hija no estaría aquí, qué gano yo. A mí el gobierno me da mil 600 pesos para gasolina de martes a sábado (para las labores del colectivo de búsqueda), no completamos. Si yo tuviera contacto de qué me serviría hacer esto. Me gustaría que anduvieran conmigo todo el día para que vean lo que se hace”, sentenció.
Sin embargo, tras su ardua labor Silvia Ortiz tiene una visión realista y reconoce que tal vez Fanny esté sin vida.
“Yo la busco a ella, ya me di cuenta que las leyes y los artículos no me ayudan, que los derechos humanos protegen más a los delincuentes que a la víctima. El tiempo indica que ella ya no está con nosotros, para qué me hago una ilusión así. Ayer una persona me dijo “tu hija está viva y los borrachos hablan”, pero ¿dónde está?”, continuó.
Finalmente, sostuvo que tiene fe porque aunque físicamente ella no esté, cree en la vida eterna y además las otras personas que están en su situación le dan fuerza para seguir con los trabajos de búsqueda de Grupo Vida, que siguen avanzando y ahora se extenderán en mayor medida en el estado de Durango, donde luego de algunas trabas finalmente han logrado apertura por parte de la Vicefiscalía.