Lerdo, Durango.- En sectores del Cañón de Fernández permanece con la prohibición de ingresar debido al riesgo de incendios que está latente en esta temporada por la sequía, informó Gladys Aguirre Balza integrante de Pro Defensa del Nazas.
Señaló que la Subsecretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente en la Región Lagunera, como responsable del Área Natural Protegida no ha quitado las restricciones de ingreso pese a que el Estado de Durango tornó a color verde en el Semáforo Epidemiológico.
“Está cerrado principalmente por el peligro de incendio, no tanto por el semáforo”, expresó.
El ingreso al Parque Estatal, está permitido principalmente en áreas donde se cuenta con administradores y personal capacitado para atender los posibles riesgos.
“Están permitida porque hay control de incendios, recogen la basura, están las condiciones propicias para que no suceda lo que se quiere evitar más adelante”, expresó.
Como integrante del Consejo Técnico del “Cañón de Fernández” Aguirre Balza comentó que la invitaron a realizar las inspecciones y señaló que en estos lugares se cumplen con los requisitos de vigilancia.
Como integrante de ProDefensa del Nazas, comentó que tiempo atrás envió a la Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente y al director del Área Protegida medidas que se podrían implementar para prevenir los incendios, sin embargo no se han adoptado.
Entre las medidas que propusieron fue el además de contar con una brigada de atención a los incendios, también capacitar al personal de las concesiones.
“Lo que si tenemos que decir, es que en la margen derecha, no es de ningún ejido, es decir del cañón del Borrego hasta Sapioriz esa parte no es de ningún ejido y si llega a haber alguna contingencia no hay nadie que pueda atenderlo” expresó.
En cuanto a la margen izquierda, resaltó que un gran parte es del ejido El Refugio no tiene gente que esté trabajando como ejidatario en ese tramo.
Ante lo cual, agregó que quienes están más cercanos son los concecionarios y pequeños propietarios quienes deben tener una capacitación para atender cualquier contingencia, como un incendio.