Torreón.- Adultos mayores de 65 años se quejaron ante las cámaras del Telediario de la mala organización por parte de la Secretaría de Bienestar Región Laguna durante la jornada de entrega de apoyos correspondientes al bimestre de agosto y septiembre.
Los beneficiarios aseguraron que llegaron hasta las instalaciones de la antigua Facultad de Ciencias Políticas y Sociales desde las nueve de la mañana y tras cinco horas de espera en el sol no llegaba su turno.
Ante esta situación comenzó a imperar el caos y desesperación, ya que los beneficiarios aseguraban que no había orden, control y una buena logística por parte de los servidores de la nación.
Incluso, por el ayuno y la aglomeración de personas, una mujer de más de 70 años presentó malestar gastrointestinal y vómitos por lo que tuvo que acudir al médico por su cuenta, pues, además, no había ambulancias ni personal médico que pudiera atenderla.
RESPUESTA BIENESTAR
Gastón Carano Álvarez coordinador del Programa de Apoyo a Adultos Mayores, mencionó que el retraso en la entrega fue causado por una falla administrativa por parte del personal de bienestar.
Ante esta situación exhortó a los adultos mayores a respetar los horarios ya que recordó no hay necesidad de llegar desde las cinco de la mañana a las instalaciones de FCPyS.
Asimismo, invitó a los beneficiarios a ir desayunados, llevar alguna fruta y mantenerse hidratados.
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Un auténtico martirio es el que Rosario Cigarroa, tiene viviendo desde 2015 cuando inició su relación con Emmanuel, hombre con el que procreó a dos hijos, sin conocer el destino que le deparaba, pues desde su primer embarazo Rosario señala que iniciaron los maltratos físicos y psicológicos que al día de hoy la tienen atemorizada, al grado de tener que esconderse de esta persona a más de un mes de haberse separado de él.
A pesar del tormento que vivió con el papá de sus hijos, el haber sido engañada, fue la situación que la hizo abrir los ojos, por lo que decidió abandonarlo e irse a vivir con su madre, lugar al que dice Emanuel acude a buscarla para agredir y causar destrozos.
Por este motivo se interpuso una demanda donde un juez ordenó una restricción que no está siendo respetada, pues Rosario asegura que es hasta su trabajo donde esta persona se presenta para hostigarla.
La situación en la que se encuentra Rosario, dice está llegando a un punto donde incluso la persona que un día llegó a ser su todo, está usando su teléfono para mandar mensajes a sus contactos con la intención de difamarla, es por ello que pide ayuda tanto de las autoridades de la fiscalía, así como de los colectivos feministas, pues teme que un día esta persona pueda llegar a arrebatarle la vida, como desafortunadamente se ha presentado en otros casos.