El alcalde de Río, Marcelo Crivella, anunció esta semana que reducirá a la mitad las subvenciones a las escuelas de samba para el desfile del próximo año con el objetivo de aumentar las contribuciones para las guarderías municipales, en un marco de profunda crisis recaudatoria y de deudas.
El año pasado la alcaldía dio 7.5 millones de dólares a las escuelas de samba para financiar su preparación para los desfiles en el Sambódromo, el punto álgido del Carnaval de Río de Janeiro y uno de los espectáculos más importantes de Brasil.
Ante el anuncio, las escuelas de samba anunciaron que, “si prevalece la decisión del alcalde serán inviables las presentaciones de las escuelas de samba en el carnaval de 2018”.
La alcaldía aduce, sin embargo, que en un clima de recesión y de fuerte endeudamiento, debe redistribuir sus recursos para no provocar una mayor caída en los servicios sociales de una ciudad que enfrenta una dura crisis tras los Juegos Olímpicos de 2016.
La falta de recursos provocó, precisamente, que uno de los compromisos de los organizadores de los Juegos, transformar los estadios en escuelas públicas, fuera postergado, sin fecha, por falta de recursos.