MÉXICO.- El cártel de Sinaloa es la segunda organización criminal más poderosa y peligrosa del país, después del Cártel Jalisco Nueva Generación, y hoy vive una división en sus filas debido a la disputa que surgió tras la captura y extradición a Estados Unidos de Joaquín El Chapo Guzmán.
De acuerdo con autoridades federales y estatales, la ruptura ocurrió entre los familiares de El Chapo, ya que sus hijos, conocidos como Los Chapitos, empezaron a tomar el control del narcomenudeo y otras actividades delictivas en Culiacán.
Mientras, Aureliano Guzmán Loera, El Guano, hermano de Joaquín, se unió a las actividades que encabeza Ismael El Mayo Zambada, el líder absoluto del cártel y quien por más de 30 años ha sido el hombre más poderoso del grupo, por encima de El Chapo, siempre manteniendo un bajo perfil.
A esto se suma el desplazamiento en las zonas serranas en el denominado Triángulo Dorado (Sinaloa, Chihuahua y Durango), ya que mucha gente que laboró bajo las órdenes de Joaquín no aceptan a El Guano.
El conflicto, aseguran, lo ha originado Iván Archivaldo Guzmán Salazar, El Chapito, quien busca tener más poder al interior de la organización.
Autoridades aseguran que esto provocó que Ismael El Mayo Zambada comenzara a tomar distancia de El Chapito y del hermano de éste, Alfredo Guzmán, considerados los más violentos del cártel.
En el caso de Ovidio Guzmán López, El Ratón, quien ayer fue detenido por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y personal de la Guardia Nacional y horas después liberado, señalaron que es el menos “violento” y se había manejado con un bajo perfil.
En octubre de 2017, Dámaso López Serrano, El Mini Lic, hijo de Dámaso López Núñez, El Licenciado, uno de los líderes más importantes del cártel de Sinaloa se entregó a la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en ingles), porque temían que lo mataran Los Chapitos.
mmr