En la víspera del Día del Padre, las plazas comerciales abrieron sus puertas y sus locales para obtener algunas ventas luego de que por la contingencia sanitaria por el Covid-19, tuvieron que cerrar temporalmente.
Y es que esta fecha, junto con el Día de las Madres el 10 de Mayo, los centros comerciales perciben significativas ganancias económicas gracias a las ofertas y descuentos que ofrecen en estas festividades.
Sin embargo, la apertura de estos lugares aún no está permitida en una primera etapa dentro de la "Nueva Normalidad", la cual contempla una activación escalonada de actividades para evitar un incremento en los contagios por coronavirus.
En un recorrido realizado por MILENIO Puebla por algunas plazas de la capital y Cuautlancingo, se constantó que Cruz del Sur, Loreto y Los Gallos se adelantaron a la reapertura pese a que el gobierno estatal sentenció que no hay condiciones para ello.
En Cruz del Sur, pertenenciente al corporativo Fibra Shop, en una de sus paredes colocaron una manta con la leyenda "Estamos de vuelta", situación que fue aprovechada por las familias para realizar algunas compras
En el lugar hay restaurantes y cafeterías que ofrecen sus productos bajo la modalidad de servicio exprés para llevar, pero en el caso de tiendas de ropa, zapaterías y electrodomésticos, se permite el ingreso de los clientes.
Aunque el número de personas que acceden al centro comercial no está regulado y la sana distancia pasó a segundo término, el uso de cubrebocas, la toma de temperatura y la dispensión de gel antibacterial sí se llevan a cabo al ingresar.
Sobre Calzada Zaragoza y Diagonal Defensores de la República otro que dio luz verde a la reactivación fue Plaza Loreto, que más allá de tener establecimientos esenciales como supermercados, telecomunicaciones y bancos, también permitió que algunas locales de ropa, zapatos, tiendas deportivas y restaurantes abrieran.
Un escenario similar se vivió en Plaza Los Gallos, sobre Bulevar Norte, en donde los automovilistas hicieron hasta doble fila para comprar mercancías, que iban desde relojes, gafas y mochilas hasta artículos de tecnología, videojuegos y teléfonos celulares.
*Con información de Carlos Morales / MILENIO Puebla.