Durante el último día de octubre, los camposantos de León comenzaron recibiendo cientos de personas, uno de ellos el de San Nicolás, donde la fila ya rodeaba tres cuartas partes de las instalaciones con poco más de 600 personas.
Debido a los protocolos de sanidad por el Día de Muertos, la dirección de Salud Municipal solamente permitió el 75 por ciento de aforo con un límite de 30 minutos por cada grupo que entraba. No obstante, esto solo provocó mayores quejas y mayor tiempo de espera para las personas que recién llegaban a formarse con un tiempo de hasta 2 horas.
Además, consideraron innecesario que se controlara el acceso, opinando que en la fila hay mayor riesgo de contagiarse que al interior de los panteones.
Por otro lado, la dirección de Comercio y Consumo se mantuvo al tanto de que los comerciantes de flores y artículos religiosos respetaran las medidas. Sin embargo, hubo quejas por parte de los visitantes sobre el precio de las flores, pues argumentan que una semana antes las vendían de 30 a 50 pesos, y este día el precio estaba arriba de los 80 pesos.
Luego de una larga espera, este panteón abrió sus puertas aproximadamente a las 11:30 de la mañana, permitiendo el acceso a más de 270 personas, de acuerdo con el personal que los estaba contando. No obstante la fila seguía creciendo considerablemente.