Tras 14 horas de vigilia en la Catedral de Santa María de Guadalupe, cientos de feligreses unieron sus oraciones y entre lágrimas despidieron a Monseñor José Fortunato Álvarez, Segundo Obispo de Gómez Palacio, fallecido el pasado siete de noviembre en su natal Mexicali.
En el féretro colocado frente al altar mayor y resguardado por el báculo, reposan los restos de Monseñor Álvarez Valdés revestido con los ornamentos litúrgicos de color morado y con las insignias pontificales.
Al medio día de este sábado, las exequias funerales fueron concelebradas por Monseñor José Antonio Fernández Hurtado, Arzobispo Metropolitano de Durango y el arzobispo emérito Don Héctor González y el Obispo auxiliar Juan de Dios Caballero, además de los Obispos de Zacatecas y Aguascalientes.
Entre el llanto y el canto de los fieles católicos, son despedidos los restos del prelado diocesano que será sepultado en una capilla a la entrada de la Catedral de la que fue su diócesis durante dos años y ocho meses.
A partir de mañana domingo y durante la sede vacante, en las 38 parroquias y 6 capellanías que conforman la Diócesis de Gómez Palacio, ofrecerán oración y celebrarán eucaristías con el formulario previsto en el Misal Romano por la elección del nuevo Obispo a manos del Papa Francisco.