SINALOA.- La escuela habilitada por los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán en Culiacán, Sinaloa, cerró sus puertas debido que las maestras no pudieron solventar los gastos para la compra de material educativo y el pago de Internet para que los niños pudieran cursar sus clases en línea.
La improvisada escuela construida en la colonia más pobre de Culiacán, abrió como un centro de estudios para que los niños que no tenían acceso a una Tablet, mucho menos a Internet tomarán sus clases a distancia, debido a la pandemia, pero hoy finalmente cerró sus puertas y se desconoce hasta cuándo volverá abrir.
Esmeralda Quiñonez, quien ha sido la encargada del centro, recordó que en un inicio fueron los hijos del ex líder del cártel de Sinaloa, quienes apoyaron económicamente el proyecto educativo, sin embargo, luego de que se hiciera pública la apertura de la escuela, el secretario de Educación Pública, Juan Alfonso Mejía López, se comprometió de dotar de herramientas el plantel, ayuda que jamás llegó.
“Ya está cerrada prácticamente, porque no tiene lo básico que es la tinta, las hojas blancas, papel higiénico, todas esas cosas ya no las tiene. Los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán solo nos apoyaron los primeros dos meses, llegaron unas personas que daban una cantidad, de 2 mil a la semana que con eso se pagaba todo lo que hacía falta de comida, se pagaba el Internet y lo que era agua”, afirmó.
Hoy el sueño se apagó y los más de 100 niños que en su mayoría son hijos de pepenadores y no cuentan con un celular, mucho menos tienen acceso a Internet, dejarán de recibir las clases y con ello pudieran perder el ciclo escolar.
“Es la colonia más pobre, tiene casas de lámina, tiene mucho desplazado, mucho desplazado que viene, ahorita hasta los desplazados de Tepuche han querido llegar ahí, tiene mucha gente desplazada que se refugia en esa colonia, que como es un terreno del municipio, ahí se anidan, ahí hacen su chocita, porque son gente que perdió todo, que viven al día”.
La escuela abrió sus puertas hace siete meses y en los últimos días, había estado recibiendo apoyo de Banco de Alimentos, quien dotaba de desayunos el plantel, ya que los padres mandaban a sus hijos sin comer, debido a la pobreza extrema en la que se encuentran.
La maestra acudió hoy a Palacio de Gobierno donde acompañada de algunos alumnos pegó cartulinas y una manta con la leyenda “La escuelita Bicentenario”, con el fin de que alguna autoridad pudiera recibirla, pero fue ignorada.
“Esto es algo que le debería importar al gobernador, debería tener empatía debería ser solidario, porque mucha gente se acercó a ayudar y nunca se acercó el gobernador, que respuesta va a dar, o el secretario de educación, después de hacerles prometido algo a los niños y no dárselos, es como prometerle comida a un hambriento”.
Hoy luego de batallar y solicitar apoyo a todas las instancias, el sueño para estos pequeños terminó y pese a que el gobierno de Sinaloa buscaba incorporarla al sistema educativo estatal, la ayuda nunca llegó.