MONTERREY.- Aunado a los factores emocionales durante las clases a distancia, las molestias físicas han acompañado a estudiantes durante toda la pandemia al grado que la concentración se vuelve un tema difícil.
Anahí Marín es maestra de primaria y dijo que aunque trata de hacer dinámico el aprendizaje, los alumnos han tenido complicaciones para permanecer sentados.
Hasta cierto punto llega a ser tedioso el estar tanto tiempo, en la pantalla escuchando a alguien que no es una persona que está físicamente con ellos
“Osea llega un punto en el que ellos se empiezan a distraer con cualquier cosa o de plano se aburren y no sé, hacen una pausa un ratito, media hora”.
A la par de su labor, es mamá de una niña de 8 años con quien se ha adaptado a la nueva normalidad a través de ciertos juegos que logren captar su atención sin descuidar a su grupo.
"Tratar de ponerles no sé, actividades que impliquen que interactúen conmigo, iniciamos con un video, preguntas acerca del video y les pongo alguna actividad para reforzar ese aprendizaje que se esté trabajando".
Aunque ha pasado poco más de un año de confinamiento, opinó que los menores incluida su hija, apenas comenzaron a acostumbrarse a este ritmo.
De pronto se desespera pasa una hora, hora y media de estar tomando la clase y empieza con quiero ir al baño, quiero tomar agua, pienso que no es del todo verdad pro quiere moverse tantito, hacer otra cosa.
Ante dicho escenario, recomendó tener paciencia para superar el reto en familia.
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