SAN NICOLÁS DE LOS GARZA.- Flores, veladoras encendidas y muñecos de peluche, fueron colocados en el lugar donde ocurrió el accidente en que perdieron la vida las pequeñas Regina e Isabella.
En el pequeño camellón sobre la avenida Rómulo Garza, a la altura de la calle lago azul, la gente fue depositando una pequeña ofrenda en memoria de las pequeñas.
Un púlpito en color rosa sobresale al centro, entre veladoras encendidas, y ramos de flores. Dos ositos de peluche cuidan el lugar. A quién colocó plástico alrededor del pequeño e improvisado santuario, para evitar que el aire apague la flama de las velas.
Los hechos causaron consternación entre los regiomontanos, pues las pequeñas de cinco y tres años de edad, viajaban dormidas en el asiento trasero del auto que conducía su madre Mariana Jazmín Lugo, quien trabajaba en el reparto de comida.
También causó indignación contra el conductor, Irwing Gustavo, quien de acuerdo a las evidencias conducía en estado de ebriedad y posiblemente intoxicado.
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