CDMX.- La grieta que atraviesa avenida Sirena y las calle Pampano y Curel se ha pronunciado, los predios se han levantado otros.Los vecinos afectados requieren que la reconstrucción sea consciente y no sólo apariencia.
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“El drenaje de la colonia data de 33 años de que se instaló muy primitivamente, cobraron una cuota a todos los vecinos y les pidieron que ellos mismos hicieron su zanja sin ninguna medida técnica”, comenta uno de los afectados.
Los geofísicos encontraron que cada 50 metros había grietas encontradas con el drenaje, por lo que urge que las autoridades se presenten a resolver el problema del conector de aguas negras, situación que cada día hunde más las viviendas, así como la de los vecinos.
A un año del terremoto del 19 de septiembre ninguno de los afectados cuenta con dictamen, sino sólo con cédula postsísmica emitida por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda.Treinta y ocho grietas atraviesan la colonia del mar, y desde el 19 de septiembre el número de casas afectadas ante ambas situaciones aumentó a 38 milla repavimentación de las calles ha pasado a segundo plano, pues el desnivel causado por las grietas no tarda en aparecer de nuevo.
Personal del sistema de aguas de la ciudad se ha visto en la necesidad de romper el asfalto nuevo para ingresar tubos hidráulicos.
Las grietas que han afectado durante más de dos décadas esta localidad, aumentaron tras el sismo, a la vez, los graves problemas de drenaje y uso de suelo se evidenciaron en esta zona lacustre de la ciudad.
La falta de información acerca del estudio que inició la comisión para la reconstrucción en la colonia del mar, es el principal descontento de sus habitantes.
ZNR