MONTERREY.- El regreso a clases no tiene porque ser tan traumático para los niños.
Si los padres de familia los van aclimatando a la disciplina que tradicionalmente se pierde en las vacaciones, los niños no sufrirán en esos primeros días, opinó la pedagoga Flora Guerrero González.
Aseguró que son medidas fáciles de realizar. Por ejemplo, es conveniente ir adaptándose otra vez a los horarios tempranos.
"Hacer simulacros, juegos: a qué hora nos levantamos, quién primero, quién se viste más rápido", señaló.
Deben aprovechar el entusiasmo natural de los niños, para que disfruten sus libros y libretas nuevos, y convertir todo en una fiesta.
"Que ellos aprovechen el entusiasmo de los niños, que los enseñen a acomodar, como una fiesta en una casa, qué se come", mencionó.
Esto implica que los papás también cambien sus rutinas, pero vale la pena, porque ellos son los responsables de que el niño no vea la escuela como algo aburrido.
Todo eso, recomendó la maestra Guerrero González, puede ser como una convivencia familiar, donde todos entran, desde los abuelos hasta los primos.
ggg