Gómez Palacio.- El Operativo de Revisión y Sobriedad por parte del ayuntamiento del municipio de Gómez Palacio, detuvo sus labores a inicios de la pandemia por el covid-19, pero volvió a implementarse con un protocolo sanitario para evitar contagios en cada chequeo, donde destacan herramientas que evitan el contacto entre los oficiales y los conductores.
Anteriormente, el método para checar aliento alcohólico en los automovilistas consistía en el tradicional soplido al rostro del oficial en turno y determinar si procedía a realizar la prueba correspondiente, ahora se utiliza un aparato alcoholímetro de rápida detección llamado blow 10, al cual el conductor sopla para detectar niveles de alcohol en aliento.
Arturo Sánchez, subdirector de Tránsito y Vialidad, detalló que en este operativo se utilizan dos tipos de aparatos, en los que uno de ellos no hay contacto físico con el instrumento y el segundo que confirma el grado de ebriedad, ambos con una constante desinfección.
Asimismo dijo que se ha dotado de caretas y cubrebocas al personal que participa en las revisiones, así como equipo para los exámenes de alcoholemia de prueba rápida, el cual sustituye al soplido en cara.
¿Cómo es el protocolo cuando el operativo te detiene?
De acuerdo con los lineamientos del Programa Nacional de Alcoholimetría, el conductor es cuestionado si ha bebido algo de alcohol, para luego invitarlo a realizar la prueba mediante el aparato blow 10, el cual inmediatamente arrojará los resultados, todo con su sana distancia.
Prueba de alcoholímetro
En caso de detectar aliento el automovilista realiza una segunda prueba por medio del aparato Alcotest 6810, la cual consiste en mostrar al ciudadano la boquilla desechable que será utilizada, misma que es nueva y se encuentra debidamente empaquetada.
Posteriormente se le invita al conductor que haga contacto con la boquilla y espire el aire por la misma de manera continua por un lapso de 5 a 10 segundos, donde la dependencia resalta que en ningún momento la boquilla entra en contacto físico con el oficial encargado de realizar la prueba.
Los resultados son impresos en tres tantos, una vez impresos se le solicita al conductor sus datos para ser escritos en los mismos, posteriormente se le entrega uno al conductor, otro se anexa a la boleta de infracción y un tercero se queda con el oficial en turno.
Con la impresión de los resultados obtenidos, se procede con la elaboración de la boleta de infracción, así como la remisión del conductor a los módulos de detención sólo en el caso de conducir en tercer grado de ebriedad.
En el caso de los conductores que se niegan a proporcionar la muestra de aliento, se le considera “No apto” para conducir sin importar su grado de alcoholemia, ya que el Programa Nacional de Alcoholimetría así lo establece, procediendo la sanción por negarse a realizar la prueba, tal como lo señala el Reglamento Municipal de Tránsito vigente, en su artículo 46 fracción IV.