CIUDAD DE MÉXICO.- La polémica crece en torno a las bicicletas y monopatines sin anclaje.
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En el Congreso capitalino ya se alzó la mano, para que los operadores de estas alternativas de movilidad, paguen una retribución del 30% al gobierno de la Ciudad, tal cual como operan los parquímetros.
Una idea que avala la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, como parte de la regulación que se gesta en la Semovi.
Sin embargo, la propuesta de la panista, Gabriela Salido, no prosperó, tras el rechazo de Morena, grupo mayoritario en el Congreso local.
En las calles, se exige un modelo de control adecuado, que no impida los beneficios de la conocida "movilidad verde".
Las empresas que poco a poco llegan a competir por este mercado, han dicho que aceptarán las reglas, aunque sugieren se opere como a nivel internacional, sin anclaje y sin contraprestaciones.
JM