CIUDAD DE MÉXICO.- El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) presenta Momias. Ilusiones de vida eterna, una exposición alusiva a la muerte y sus diversos significados culturales, conformada por objetos relacionados con el tema y cuerpos momificados.
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El público podrá conocer en el Museo de El Carmen, en San Ángel, las acepciones que diferentes culturas de México le han dado a la muerte en distintas épocas, así como los tratamientos que se desarrollaron con los cuerpos de los difuntos, se informó en un comunicado.
A través de la arqueología e historia se describen de forma interdisciplinaria los conceptos culturales y las costumbres para preservar los cuerpos y con ayuda de la antropología física, se han estudiado los restos momificados para poder preservarlos.
La muestra, que estará vigente hasta el 26 de mayo, fue inaugurada en diciembre ante la presencia de José Enrique Ortiz Lanz, coordinador nacional de Museos y Exposiciones del INAH; y de Alfredo Marín, director del Museo de El Carmen.
“A diferencia de otras momias, como las egipcias, en las que el proceso de conservación ha requerido de la intervención del hombre, las encontradas en México son por lo general producto de fenómenos naturales. Los cuerpos preservados como resultado de complejos procesos ambientales se convierten en testimonios materiales de personas y culturas”, comentó Ortiz Lanz.
Agregó que la exposición es una introducción para conocer el patrimonio cultural testimonio de la muerte, a la vez que es memoria de otras vidas. Cuerpos que han fascinado en la civilización occidental, al grado de generar fantasías en torno a ellas.
Momias. Ilusiones de vida eterna se divide en cuatro secciones: la primera inicia con una escultura de Mictlantecuhtli, el señor de la muerte entre los mexicas.
El recorrido conduce por algunas ideas sobre el valor de los cuerpos en el México antiguo y varias de las formas de su tratamiento mortuorio.
Destaca el arquetipo de la prolongación de la vida en otros espacios, un viaje que necesita de una ofrenda para que el difunto pueda sostener una vida semejante a la que llevaba.
Entre las piezas que se exhiben resalta una máscara, cráneos del altar Tzompantli, elaboradas de piedra, y diversas piezas de cerámica recuperadas por la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH.
También se muestran dos entierros que ilustran el acomodo del cuerpo en la cosmogonía prehispánica y la fe cristiana. El recorrido continúa con el arribo de la religión católica a la Nueva España.
Destaca la idea del Juicio Final por medio de obras plásticas virreinales sobre la muerte, el infierno y el paraíso, libros editados para difundir el buen cristianismo; asimismo, se hace referencia a la preocupación sobre las epidemias mortales en la Nueva España.
El visitante podrá apreciar objetos procedentes de acervos de los museos de Arte Religioso de Santa Mónica, Nacional del Virreinato, El Carmen y la Pinacoteca de La Profesa, entre otros.
La segunda sección está conformada por 17 cuerpos momificados de manera natural procedentes de Chihuahua, Zacatecas y La Momia Pepita, uno de los más antiguos hallados en la Sierra Gorda de Querétaro.
La tercera sección presenta una amplia colección de taxidermia, restos disecados de insectos, mariposas y vegetales, dos cabezas reducidas y un mono.
El cuarto núcleo presenta cómo el INAH lleva a cabo la conservación de los cuerpos momificados y la investigación que conlleva esta tarea.
El horario es de martes a domingo a partir de las 10:00 horas hasta las 17:00 horas. El costo del boleto es de 60 pesos, pero los estudiantes y profesores con credencial del INAPAM tienen entrada libre. Los domingos la entrada es libre para público nacional y extranjeros residentes.
IH