Puebla, PUE. La celebración de Día de Muertos inicia desde el 28 de octubre, la tradición indica que en esta fecha llegan las almas de aquellas personas que fallecieron en un accidente.
A la par en tiempos pasados comenzó una práctica que perdurá hasta la actualidad: pedir calaverita. Cuenta la leyenda que un niño huérfano macehual y muy pobre salía a la calle para pedir dinero o comida de casa en casa, para colocarle una ofrenda a sus padres.
Esta actividad se extendió desde la Colonización hasta nuestros tiempos, tanto que los niños salen con una calabaza o chilacayote para pedir dulces.
En la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacán en la capital poblana se revive esta tradición. Los pobladores instalan altares embellecidos con papel picado, ceras y pan de muertos que se ofrendan a quienes se adelantaron al viaje eterno.
El aroma a copal y flor de cempasúchil son el ambiente perfecto. Los niños salen de sus hogares ataviados en disfraces de miedo para pedir la preciada calaverita a la vieja usanza, entre cantos y rimas.
Y aunque el tiempo ha transformado la práctica existen nuevas generaciones que han heredado el amor por las tradiciones.
Canto para pedir calverita
Una limosnita para mi calaca que desde hace un año la traigo muy flaca
A la linda, linda sí
A la linda, linda noi
El diablo tiene un diente, la muerte tiene dos; si no me das un veinte la pagarás con Dios
Es una tradición enraizada en la cultura popular de México que debemos preservar e incluso asustar a uno que otro despistado.